Bill de Blasio llegó a la capital del país para hablar de infraestructura, y lo que consiguió según él...fue una artimaña publicitaria del gobierno del presidente Trump. 

Poco antes de que comenzara en la Casa Blanca una reunión de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, el Departamento de Justicia envió una carta a Nueva York y a otros veintidós estados, ciudades y condados amenazando con citaciones judiciales si continúan ocultando información sobre personas indocumentadas que son detenidas por cualquier motivo. 

"Básicamente (lo que quieren) es tener acceso los agentes federales a las diferentes cárceles locales de las ciudades y los condados. Quieren también empezar a recibir la información de la gente que van a salir libre y que no tiene un estatus migratorio definido", explico Guillermo Chacon, presidente de la coalicion de inmigrantes de Nueva York. 

La carta llevó a de Blasio y a varios de sus homólogos a boicotear la reunión cuyo tema iba a ser infraestructura.

Trump respondía:

Los alcaldes que decidieron boicotear este evento han puesto las necesidades de los inmigrantes ilegales criminales por encima de los estadounidenses respetuosos de la ley. 

Continúa así el pulso entre el gobierno Trump y las autoproclamadas ciudades santuario, que solo entregan información sobre indocumentados detenidos en casos específicos. 

El Departamento de Justicia argumenta que así habrá más seguridad. 

Los activistas pro-inmigrante ven un plan específico...

"De rechazo a cualquier otra persona que no sea blanca, anglosajona, europea", añadió Chacón.

"La agenda de la Casa Blanca, de esta Casa Blanca es lo más racista que se pueda imaginar", dijo por su parte Donna Liberman, directora ejecutiva de la Union de Libertades Civiles, NY.

El Departamento de Justicia vuelve también a amenazar a estas ciudades como Nueva York, Albany, Los Angeles y Chicago con retirarles importantes fondos federales para seguridad local. 

El alcalde de Blasio afirma que demandará al gobierno federal para evitarlo. 

Nueva York volvió a registrar el año pasado mínimos históricos de delincuencia.