Estados Unidos, Francia y el Reino Unido lanzaron en conjunto ataques militares en Siria en represalia por el presunto uso de armas químicas por parte del régimen del presidente Bashar Assad contra civiles y para disuadirlo de que vuelva a hacerlo, anunció el viernes el presidente Donald Trump.

Fuertes explosiones iluminaban el cielo de Damasco, la capital siria, mientras Trump hacía el anuncio desde la Casa Blanca. 

La televisión siria reportó que las defensas aéreas de Siria, las cuales son sustanciales, habían respondido al ataque. Cuando el ataque terminó y los cielos nocturnos volvieron a obscurecerse, diversos vehículos con altavoces recorrieron la ciudad reproduciendo canciones nacionalistas.

Trump dijo que Estados Unidos está preparado para presionar de manera "sostenida" a Assad hasta que dé fin a lo que Trump describió como un patrón criminal de asesinar a su propio pueblo con armas químicas. No estaba claro si Trump se refería a que la operación militar se extendería más allá de una ronda inicial de ataques con misiles. 

"El malvado y despreciable ataque hizo que madres, padres y niños sufrieran de dolor y lucharan por respirar. Estos no son actos de un hombre, son crímenes de un monstruo", declaró Trump. 

La primera ministra británica Theresa May dijo en Londres que Occidente ha intentado toda vía diplomática posible para impedir que Assad use armas químicas. "Pero nuestros esfuerzos se han visto frustrados repetidamente" por Siria y Rusia, añadió. 

"Así que no hay una alternativa viable al uso de la fuerza para degradar y disuadir el uso de armas químicas por parte del régimen de Assad", manifestó. "Esto no se trata de una intervención en una guerra civil. No se trata de un cambio de régimen". 

El presidente francés Emmanuel Macron dijo en un comunicado que el objetivo del ataque era el "arsenal químico clandestino" del gobierno sirio. 

Trump no dio detalles sobre el ataque internacional, pero se presume que incluirá una andanada de misiles lanzados desde afuera del espacio aéreo sirio. Agregó que el principal objetivo es mostrar "un fuerte disuasivo" contra el uso de armas químicas. El gobierno sirio ha negado repetidamente que haya usado armas prohibidas. 

La decisión de emprender los ataques, tomada tras varios días de deliberaciones, representa la segunda ocasión en que Trump ordena ataques en Siria. En abril de 2017 autorizó el lanzamiento de misiles Tomahawk contra una base aérea siria en represalia por el uso de gas sarín contra civiles por parte de Assad. 

En el Pentágono, el secretario de Defensa Jim Mattis dijo que el ataque fue "más duro" que el de 2017 y que se centró en la "infraestructura de armas químicas siria". Describió el ataque como "un solo tiro" y añadió que "creo que ha enviado un fuerte mensaje". 

Mattis informó que no había reportes de bajas en las fuerzas estadounidenses ni en las aliadas que participaron en el ataque, el cual incluyó aviones tripulados.

Trump amonestó a los dos principales aliados de Siria: Rusia e Irán, por apoyar a "dictadores asesinos", y señaló que el presidente ruso Vladimir Putin había garantizado en un acuerdo internacional de 2013 que Assad se desharía de todo su arsenal químico. Exhortó a Moscú a cambiar de curso y sumarse a Occidente en pro de un régimen más responsable en Damasco.