El huracán María mató a casi 3.000 personas en Puerto Rico en los desesperados y sofocantes meses que siguieron al paso de la tormenta, casi el doble del cálculo previo, según una investigación independiente realizada por cuenta del territorio estadounidense. Los más afectados fueron los ancianos y los pobres.

El nuevo cálculo de 2.975 muertos en los seis meses después que María arrasó la isla en septiembre de 2017 y anuló toda la red eléctrica, fue realizado por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad George Washington y dado a conocer el martes.

"Esperamos que el gobierno lo acepte como cifra oficial de muertos", dijo la decana de la facultad, Lynn Goldman. "Una de las lecciones de esto es que las campañas de ayuda y recuperación deben concentrarse lo más posible en las zonas de menores ingresos y las personas de mayor edad, que son las más vulnerables".

Los investigadores dijeron que el bajo recuento inicial de víctimas del huracán de categoría 4, que arrasó la isla el 20 de septiembre, se debió a que los médicos carecían de capacitación para determinar la causa de muerte después de un desastre.

El número de muertes entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 aumentó en un 22% con respecto al mismo período en años anteriores, dijo Goldman. "Esperamos que el gobierno la acepte como cifra oficial de muertos", añadió.

Rafael Vega, un vocero del gobernador Ricardo Rosselló, no respondió de momento a los pedidos de declaraciones.

El estudio indicó que la mortalidad en Puerto Rico había decrecido gradualmente desde 2010, pero aumentó bruscamente después del huracán. El 40% de los 78 municipios registró una cifra de muertes en los seis meses después de la tormenta significativamente mayor que en los dos años anteriores. Estos municipios se encontraban en el noreste y suroeste de la isla.

Los investigadores determinaron que el riesgo de muerte era 45% mayor para los habitantes de zonas pobres y que era más elevado en los hombres mayores de 65 años.

Señalaron que según testimonios de médicos y otras personas, el gobierno puertorriqueño no les comunicó las normas federales acerca de cómo certificar correctamente las muertes después de un desastre importante.

"Otros se mostraron renuentes a relacionar las muertes con los huracanes, por temores acerca de la subjetividad de esta determinación y las consecuencias legales", según el informe.

Los investigadores dijeron que tuvieron en cuenta la caída del 8% de la población puertorriqueña entre septiembre de 2017 y febrero de 2018. Decenas de miles de personas huyeron al continente luego de los enormes daños provocados por el meteoro.

Según la legisladora demócrata Nydia Velázquez, de Nueva York, el informe demuestra que el gobierno federal defraudó al pueblo de Puerto Rico.

"Estas cifras son las más recientes que demuestran que la respuesta federal a los huracanes fue insuficiente en grado desastroso y, como resultado, miles de conciudadanos estadounidenses perdieron la vida", dijo en un comunicado.

No hay un patrón nacional sobre la manera de contar las muertes relacionadas con los desastres. El Centro Nacional de Huracanes sólo cuenta las muertes directas, provocadas por escombros o inundaciones, algunos gobiernos locales incluyen las muertes provocadas por ataques cardíacos o incendios.

Los investigadores de George Washington dicen que contaron las muertes de los seis meses siguientes -un período inusualmente largo- porque había mucha gente sin electricidad.

"Eso generó una serie de problemas", dijo Goldman, ya que las personas fueron obligadas a esforzarse físicamente o se expusieron al calor intenso sin ventiladores o aire acondicionado.