El caos y la confusión marcaron el martes el inicio de las audiencias para confirmar a Brett Kavanaugh como próximo magistrado en la Corte Suprema, una designación que de prosperar inclinaría el máximo tribunal estadounidense abruptamente hacia la derecha.

En las audiencias en el Senado, numerosos manifestantes irrumpieron al recinto con gritos. La policía los expulsó por la fuerza.

En sus declaraciones iniciales, Kavanaugh trató de calmar la controversia en torno a su nominación que probablemente inclinará al máximo tribunal hacia derecha. Prometió ser "un buen compañero de equipo" en caso de ser confirmado, afirmando que sus posiciones serán "en defensa de la ley" y sin importar sus puntos de vista personales.

Pero los demócratas opusieron resistencia tan pronto el titular de la comisión Chuck Grassley convocó al inicio de la audiencia. Desean examinar 100.000 documentos sobre Kavanaugh que la Casa Blanca se niega a divulgar, y otros 42.000 entregados a la comisión la noche anterior a condición de confidencialidad.

"No se nos ha dado la oportunidad de revisar adecuadamente el pasado de este nominado", se quejó la senadora demócrata Kamala Harris. El senador demócrata Richard Blumenthal pidió cancelar la audiencia.

Grassley rechazó el pedido, pero las discusiones continuaron.

Más de una docena de manifestantes, uno por uno, se pararon y gritaron hasta que fueron sacados por la policía. "Esta es una burla a la justicia!", gritó una mujer. "¡Afuera Brett Kavanaugh!"

Grassley defendió la actitud de los republicanos sobre los documentos, afirmando que la difusión había sido la más abierta y transparente de la historia y "no hay razón para postergar esta audiencia". Le pidió a Kavanaugh, quien estaba sentado frente a la comisión, acompañado de funcionarios de la Casa Blanca, que les presente a todos a su esposa e hijos.

"Me siento sumamente honrado de estar aquí", comentó Kavanaugh.

Ante la realidad de que los republicanos están unidos en el asunto, lo más probable es que Kavanaugh sea confirmado independientemente de lo que ocurra en esta interpelación. Sin embargo el tema seguramente será parte de la retórica de campaña de cara a las elecciones legislativas de noviembre.

Kavanaugh prometió que será un juez justo e imparcial.

"Un buen juez es como un árbitro, neutral e imparcial, que no favorece a un litigante ni a una política en particular", dijo Kavanaugh. "No soy un juez que está automáticamente a favor del acusador, pero tampoco estoy automáticamente a favor del acusado. No estoy siempre a favor de la fiscalía ni siempre a favor de la defensa. Siempre trataré de ser un buen miembro del equipo de nueve jueces".

Sin embargo en realidad la Corte Suprema es más bien un recinto que tiene nueve jueces distintos y no tanto un equipo. Y en los temas más controversiales, el tribunal tiende a estar dividido entre un sector más conservador y uno más liberal. Pero los magistrados tratan de llegar a un consenso siempre que pueden y enfatizar las decisiones que logran por unanimidad.