Inwood y Washington Heights tienen corazón dominicano

El corazón de la comunidad dominicana en Nueva York se encuentra aquí, en Inwood y Washington Heights.

Así lo confirma una transeúnte: "Cuando yo vengo aquí al Alto Manhattan yo siento como que estoy en Santo Domingo porque aquí uno encuentra de todo".

A pesar que por el vecindario han pasado otras comunidades hispanas desde el 1932, el dominicano han sido el mayor grupo que ha echado raíces en el área, preservando su cultura, tradiciones, música y su comida.

De acuerdo con Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de CCNY: "Hemos preservado nuestra arroz con habichuelas. Hemos preservado nuestro desayuno: los tres golpes. Tú vas a restaurant dominicano y tú no tienes que decir qué es lo que tú quieres. 'Dame un tres golpes ahí'. Ya se sabe que es mangú con queso, salchichón y huevo. Ya ahí está, clarito".

 Es una comunidad que ha trascendido en todos los niveles profesionales, desde el sistema de educación, la policía, en los negocios, y en todos los escaños políticos, a nivel local, estatal y ahora nacional en el Congreso de los Estados Unidos. 

 Además, los dominicanos han ayudado a la transformación y desarrollo de la parte norte de la isla de Manhattan,  hasta convertirlo en un lugar donde muchos quieren vivir. 

"Y de un lugar donde la gente no quería ir. De un lugar donde la gente salía, se mudaba, le tenía miedo, lo hicimos un lugar atractivo", apunta Hernández.

Ahora, el Alto Manhattan se ha ganado la designación oficial de parte del gobierno de la ciudad como La pequeña República Dominicana, lo que permitirá que turistas visiten el barrio para aprender más sobre esta comunidad.

Pero también enfrentan retos que pone en peligro su estancia en el lugar. Según un nuevo informe del Instituto de Estudios Dominicanos ubicado en la Universidad City College, en los últimos 20 años, los dominicanos han abandonando el Norte de Manhattan para irse a otros lugares.

"Todo empieza cuando empiezan los alquileres a subir, y tu salario no se compara con esos alquileres, con el costo de la vida de ese lugar", confirma nuevamente Hernández.

Y se han estado mudando a otras partes de la ciudad y hasta afuera del estado. Por ejemplo, en el condado del Bronx vive más del doble de dominicanos que en la isla de Manhattan.