La estatua de Juan Pablo Duarte, fundador de la República Dominicana está en el Bajo Manhattan, a casi diez millas del corazón de la comunidad dominicana de Washington Heights. Muchos piensan que en vez de la sexta Avenida y la calle Canal, el comienzo del Barrio Chino, la estatua debe ser trasladada al Alto Manhattan. 

“La estatua está fuera de lugar, está mejor situada, si la situarán dónde están los compatriotas, donde somos mayoría, donde le podamos rendir pleitesía y honor con más frecuencia porque estamos más cerca”, dijo un dominicano entrevistado.

La explicación es esta: en 1945 la sexta avenida fue rebautizada como la “Avenida de las Américas”. Para celebrar su nuevo nombre se construyeron varias plazas para honrar a los liberadores de las Américas, entre ellas la Plaza Juan Pablo Duarte. Pero la estatua de Duarte vino más de 30 años después, en 1978, un regalo del Presidente dominicano Joaquín Balaguer.

“Entonces era lógico que se colocara, pusiera su estatua en su espacio. Claro si me hubiesen preguntado a mi yo hubiese preferido que hubieras puesto la estatua en otro lado para tener dos”, dijo la doctora Ramona Hernandez, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de CCNY. 

Hace diez años, varias organizaciones dominicanas quisieron colocar una estatua de Duarte en Washington Heights. Pero, según el presidente del Instituto Duartiano en Nueva York, el Departamento de Parques les desanimo porque no querían dos estatuas de la misma persona. 

“Pues no sentimos frustrados porque ya teníamos la donación y ya estaba listo el busto para ponerlo ahí en el centro de la plazoleta Juan Pablo Duarte no pudimos hacerlo”, dijo Miguel Estrella, presidente del Instituto Duartiano en New York. 

El Departamento de Parques nos explicó que dejaron abierta la posibilidad de honrar a Duarte con otro tipo de monumento pero no les presentaron otras propuestas.

El año pasado la estatua de Juan Pablo Duarte estuvo en la mirilla de la ciudad de Nueva York y muchos líderes dominicanos estuvieron muy preocupados de que el único monumento de Juan Pablo Duarte la ciudad en toda la ciudad iba desaparecer.

El monumento de Duarte fue colocado dentro de la lista de unos 800 considerados para revisión como posibles "símbolos de odio" en Nueva York. Al final, una comisión del alcalde decidió dejarla aquí lejos de los dominicanos pero un recuerdo de su independencia.