Ya sea aprovechando una puerta abierta o subiendo por la puerta trasera del autobús cuando no está permitido, algunos están buscando la forma de no pagar para viajar. 

Una usuaria comenta al respecto: "En lo que tú pones la tarjeta el otro se va por detrás de ti como si andara contigo".

Los evasores del pasaje le están costando a la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA, por sus siglas en inglés) cerca de $215 millones de dólares solo en 2018. Casi el doble que hace tres años según cifras.

Tan solo en los autobuses se perdieron $119 millones este año, es decir, más de medio millón de pasajeros no pagaron el pasaje en bus.

La MTA señala que hay más infractores desde cuando un fiscal distrital dicidió no enjuiciar a los que se meten sin pagar al subway y autobuses.  Los arrestos han disminuido un 78% este año.

En un comunicado, la oficina del fiscal distrital Cyrus Vance dijo que el sistema de justicia no es una agencia de colección y que enjuiciar a los infractores no lleva a nada. 

La MTA también enfrenta problemas financieros y está buscando formas para ahorrar. Entre las propuestas: limpiar los trenes con menos frecuencias, menos inspecciones a rieles y ahorrar en calefacción y aire acondicionado. El reporte se dio a conocer durante una junta donde se habló de como abordar el déficit presupuestario. 

Muchos pasajeros aquí en El Bronx dicen sentir frustración cuando ven a otras personas montarse al autobús sin pagar: "Si tres pagan y por atrás se montan seis que no pagan y uno con sacrificio saca la tarjeta de uno y ellos felizmente se montan", explico otro usuario.

Para el 2021 la MTA enfrentaría un déficit de mil millones de no encontrar otras fuentes de financiación.