Se llevó a cabo el martes en la noche una vigilia en honor a la niña guatemalteca de siete años que murió después de cruzar la frontera por el desierto de Nuevo México. 

Activistas y residentes de nuestra ciudad se reunieron en Foley Square, para recordar a Jakelin Ameí Rosemery Caal y para denunciar el trato inhumano que los inmigrantes reciben al ser detenidos. 

"Imagínate perder a una familiar a esa edad y por culpa de la patrulla fronteriza es terrible", dijo una de las asistentes.

"Le mando un mensaje a Trump que tiene que parar todo esto ya porque ya basta de tanta injusticia, ya basta que esto se quede impune", dijo otro asistente.

La menor murió deshidratada tan solo unas horas después de ser detenida por la Patrulla Fronteriza.

La niña y su papá viajaban con un grupo de 163 inmigrantes y estaban a 90 millas de donde podían ser procesados.