En una bodega de Brooklyn se intenta crear conciencia sobre la situación migratoria en la frontera sur.

Esto mediante la venta de botellas de Coca-Cola que llevan en su etiqueta el nombre Jakelin.

Se trata de una original campaña que también intenta rendir homenaje a la niña guatemalteca, Jakelin Caal Maquin, quien muriera mientras se encontraba en custodia de autoridades migratorias.