Melinda se gastó los ahorros de su vida para tratar de legalizar su estatus inmigratorio, pero explica que cayó en la trampas de abogados y notarios fraudulentos. 

“Me cobraron más de cuatro mil dólares, mil quinientos para el perdón y 700 a aparte no sé para qué”, explicó Melinda.

A pesar de llevar más de 20 años en el país y tener dos hijos en el ejército, Melinda no ha logrado conseguir los papeles. 

“Estoy desde 2005 sacando los papeles”, aseguró Melinda.

El suyo no es un caso aislado.

Esta semana el Departamento de Protección al Consumidor y Trabajadores presentó una demanada contra la oficina Buitron y Asociados por estafar a inmigrantes, especialmente ecuatorianos, haciéndoles creer que su propietario, Angel Buitron, es un abogado con experiencia en inmigración. 

Reclaman el cierre y que devuelva el dinero a los afectados, que han llegado a pagar hasta 30 mil dólares. 

Según la agencia, Buitron no tiene licencia de abogado y transfiere los casos a la oficina legal de Susana Abarca sin autorización de sus clientes y sin comunicarse con ellos antes de ir a corte. 

Algunos nunca descubren la estafa y, los que lo hacen, reciben amenazas físicas o de ser denunciados a la migra.

Una mujer nos contó que vienen muchas personas intentando localizar sin éxito a Buitron en su oficina. 

“He escuchado que lo han estado buscando. Y no sé si llegan a verlo, si esperan o lo ven”.

Fuimos a la oficina pero estaba cerrada. 

Documentos presentados como evidencia identifican a Angel Buitrón como abogado y a personas que se presentan como asistentes legales que no están registradas en la corte. 

Además, aunque la consulta es en español, la información que firman los clientes es en inglés. A Melinda también le ha pasado con otro abogados. 

"Están en inglés…y me dijo el abogado que yo he llenado mal los papeles. El deber del abogado es de ver los papeles él”, agregó Melinda.

Por su lado, el departamento de asuntos para el consumidor recomienda que revisar las credenciales de los abogados antes de iniciar un tramite legal y reportar casos fraudulentos llamando al 311.