Luego de un intenso y por momentos emocional debate ell senado estatal en Albany controlado por demócratas aprobó el lunes la ley que permitirá que los indocumentados en New York puedan obtener una licencia de conducir.

La ley había sido aprobada la semana pasada por la Asamblea estatal, también dominada por los demócratas.

 

 

La ley sin embargo, necesitaba de la firma del gobernador Andrew Cuomo, quien entrada la noche del lunes dijo que la firmaría.

Al final, la votación fue de 33 a favor de la ley y 29 en contra.

En los últimos Cuomo había generado ciertas dudas sobre si la firmaría al señalar que tenía que asegurarse ,que ICE y en general las autoridades de inmigración del gobierno federal no tendrían acceso a los archivos de los indocumentados que eventualmente obtendrían la licencia.

Tan asi, que el gobernador envió el lunes una carta oficial en la que se pide la opinión legal del Solicitor General del Estado (el jefe de los asuntos legales del estado) sobre si el gobierno federal podrá tener acceso en algún momento a la informacion o registro de los indocumentdos que soliciten licencias.

Cuomo cambió de opinión al no escuchar respuesta del Solicitor General y al conocer la opinión de la Fiscal General quien dijo que la ley era "constitucional".

El debate duró varias horas en las que varios senadores republicanos dijeron que la ley pondría en peligro la seguridad del estado y abriría la puerta al fraude. 

La respuesta demócrata fue de que la ley no solo traería más seguridad a las carreteras sino más importante sería para ayudar a los inmigrantes. 

Durante el debate se conoció la posición de la Fiscal General del Estado, Letitia James, en la que señala que la ley de las licencias "es constitucional".

"La legislación estuvo bien hecha y tiene amplias protecciones para los que soliciten licencias de conducir", señaló James. "Si esta ley se hace efectiva y es desafiada en las cortes, la defenderemos vigorosamente".

 

 

Sobre lo que hará o no hará el gobierno federal, la Fiscal General señala que "no opinará".

Más allá de lo que resuelva Cuomo o las opiniones legales, antes la aprobación en el senado estuvo en duda.

Parte del problema era que varios senadores demócratas son de distritos conservadores o al menos con buena parte de votantes republicanos y tenían temor de que si votaban por la ley de las licencias los electores los penalizarían en la próxima elección.

Este temor tiene antecedentes históricos ya que la última vez que se intentó dar licencias a los indocumentados fue en 2007 cuando el entonces gobernador Eliot Spitzer propuso hacerlo vía decreto ejecutivo. La reacción negativa fue tal que Spitzer decidió engavetar el proyecto.

Este año al final los demócratas consiguieron los 32 votos mínimos que se necesitaban para aprobar la ley.