Aquí en Washington Heights se come el mejor chicharrón de Nueva York, por lo menos es lo que dice la reina del chicharrón.  

“Y es tanto así que hemos tenido personas que vienen directamente del aeropuerto y se desmontan ahí a comer el chicharrón”, dijo Elisa Mejia, dueña de los restaurantes Elisa.

“Elsa, la Reina del Chicharron", es uno de los éxitos dominicanos en el Alto Manhattan, la “Pequeña República Dominicana de Nueva York”. Además es parte de la historia de los vecindarios de Inwood y Washington Heights junto a lugares icónicos como el Teatro United Palace en la calle 175 donde hasta el día de hoy es el escenario de merengueros y salseros.   

Pero el inicio del Alto Manhattan fue más humilde: el extremo norte era una área rural. De eso todavía queda la Finca Dyckman de Inwood, construida cerca de 1785. 

Los primeros dominicanos llegaron en masa mucho después, en los 1960s. Una migración mayormente económica.   

“Y vinieron a trabajar, vinieron a hacer una vida ejemplar, una vida de progreso, a echar su familia para adelante”, explicó la doctora Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de CCNY.   

Esos inmigrantes encontraron acogida aquí porque el alquiler era más barato y los apartamentos amplios eran ideal para familias, nos cuenta la directora del Instituto de Estudios Dominicanos de City College. Además, otro atractivo fue la línea del tren A que lo conecta al Bajo Manhattan y otros condados. 

“Se mudan acá, lo limpian el lugar, le sacan de la basura, de la grima, de la fealdad con su sudor con su trabajo”, agregó la doctora Hernández.

A estas alturas, es una comunidad establecida con representantes políticos a nivel local y hasta un congresista federal, Adriano Espaillat. 

“Detrás de una madre que vendía habichuelas con dulce en la 181 y 182 en San Nicolás, hay un hijo que se hizo doctor, que detrás de un taxista que trabaja 60 horas para ganarse 600 pesos hay dos hijas que se graduaron de Cornell, que se graduaron de Princeton”, dijo por su parte el concejal de origen dominicano Ydanis Rodriíuez.

Este año, los dominicanos celebraron su desfile número 37 es uno de los más grandes de Estados Unidos. La calle 181 con San Nicolás, es considerada   el corazon de la comunidad dominicana, con productos que solo se consiguen aquí y en la Republica Dominicana.    

“El hecho de vivir aquí y tu ver tu gente, sentir la energía, alegría del dominicano es increíble, es algo que se siente”, dijo un vecino.

La comunidad dominicana del Alto Manhattan también tiene sus retos, uno de ellos, es el éxodo de quisqueyanos que han abandonado el área en los últimos veinte años.

Según un informe del Instituto de Estudios Dominicanos, un 6 por ciento de los dominicanos se han ido del Alto Manhattan entre 2010 y 2014.

"El problema es que el costo de la vida en Washington Heights ha subido y los salarios de los dominicanos se han mantenido parados”, concluyó la doctora Hernández.