Cristian Eduardo, es una víctima convertida en activista, que lleva cinco años luchando contra las secuelas de una memoria que quiere olvidar.
"Vivir con depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático", detalla Eduardo.
Efectos de una experiencia traumática a manos de traficantes de personas que, según cuenta Cristian, lo explotaron sexual y laboralmente, aprovechándose de su estatus migratorio y de su orientación sexual.
Situación que lo ha obligado a enfrentar desafíos que aún sigue combatiendo.
"El componente más difícil de superar es darte cuenta de que no fue tu culpa. Y de que fue realmente gente buscando personas que estaban vulnerables para explotarlas", apunta Eduardo.
Por eso dice que transformó el dolor en trabajo. Cristian es ahora un líder que impulsa su labor como defensor y educador a través de la organización Santuario para Familias, donde trabaja en asuntos de derechos para inmigrantes y miembros de la comunidad LGBTQ+.
Aunque comúnmente se cree que la esclavitud es cosa del pasado, los traficantes de personas generan cientos de miles de millones de dólares en ganancias al atrapar a personas en situaciones inhumanas en todo el mundo, incluso aquí en los Estados Unidos.
Tan solo entre el 2007 y el 2017, la línea directa nacional de trata de personas recibió informes de más de 34,000 casos, de los cuales más de 2,600 ocurrieron en Nueva York.
Jéssica-Wind Abolafia, es directora de la iniciativa contra la trata en Santuario para Familias, y comenta al respecto: "Es importante educar a la comunidad que es un crimen que está ocurriendo en nuestras comunidades y es importante reconocer las señales y buscar maneras de ayudar".
Para Abolafia, la proclamación de enero como el mes de la concientización sobre este tema es clave para abordar las consecuencias de esta problemática, sobre todo, en comunidades inmigrantes.
"Ahorita con las políticas anti-inmigrantes, muchas comunidades sienten un temor grande y los traficantes se están aprovechando de eso, manipulando este temor", concluye Abolafia.
Si conoce a alguien cercano que ha sido víctima de tráfico humano, se puede encontrar ayuda llamando al 1 (888) 373-7888.