Los primeros lotes de esta salsa especial cargada de herencia dominicana nacieron en el corazón de Brooklyn…

“Por un año, año y medio estaba vendiendo las botellitas en el restaurante. Las preparaba en la cocina”, explicó Maritza Abreu.

Una receta que según Abreu, creadora de Pisqueya, se remonta a 1986 cuando sus padres, tras emigrar de la República Dominicana a Brooklyn, abren su restaurante Puerto Viejo, donde un toque secreto de sabor lo convierte en todo un éxito.

Encontré interesante que a mi solo me gustaba el picante de nosotros. El picante dominicano y en el proceso me enteré por qué y es que los ajíes nuestros son muy especiales, son picosos pero también muy sabrosos. Son los más dulces en el mundo”, agregó Abreu.

Por eso, tres décadas después de la apertura del restaurante, Abreu decidió lanzarse al mercado con esta salsa que comercializa a gran escala en restaurantes y supermercados de Nueva York y California. 

Y es en cocinas industriales como esta donde Maritza supervisa personalmente el proceso de creación de esta salsa utilizando ajíes traídos directamente de las granjas de la República Dominicana.

Un proceso que resulta en una producción mensual de 7,000 botellas de Pisqueya.  Una labor que según Abreu, se hace aprovechando el dulce natural de los populares ajíes dominicanos para crear productos más saludables.

"Creo que también ya era tiempo de sacar una marca al mercado que también tenga en mente y la conciencia de lo que uno consume y productos más sanos, menos sal, no azucar”, agregó Abreu.

Aunque su meta es ver a Pisqueya en las estanterías de todos los supermercados del país, Maritza por ahora también disfruta la responsabilidad de ser una embajadora de la cultura y los sabores dominicanos. En especial, porque cree que la representación de su país es muy limitada en Estados Unidos.

“Hay estados aquí en Estados Unidos que no conocen que es un dominicano y a mi me han preguntado, qué es eso, en Cuba...Dominican Republic, we are an Island y tengo que educar a la gente”.