En su conferencia de prensa, de este martes, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, enfatizó que si el público está inconforme con las decisiones gubernamentales, él es la persona a quien culpar.

De este modo, eximió al Alcalde de toda responsabilidad por el cierre parcial de bares, cafés y restaurante en la ciudad de Nueva York. 

El mandatario estatal disipó los rumores de que la ciudad de Nueva York fuera declarada en cuarentena y condenada a un confinamiento.

E hizo hincapié en que no se puede tomar una decisión como esa sin varias consideraciones.

Cuomo reiteró que la prioridad estatal son las proyecciones médicas derivadas de la crisis del coronavirus.

Declaró que el índice de hospitalizaciones oscila entre el 15% y el 19%, pero que se espera un máximo alcance en los próximos 45 días.

El Gobernador indicó que los cálculos apuntan a que, en un futuro cercano, se necesitarán entre 55,000 y 110,00 camas de hospital.

De éstas, alrededor de 18,600 y 37,200 tendrían que ser adecuadas para las unidades de cuidado intensivo.

Señaló que las medidas restrictivas, como el cierre de negocios, seguirán actualizándose y posiblemente se intensificarán por todo el estado.

El jefe del Ejecutivo estatal actualizó que el número de casos confirmados en el estado de Nueva York es de 1,374 (hasta el momento de la conferencia).

Apuntó que el número de fatalidades relacionadas ascendió a 12.

En cuanto a su solicitud de apoyo federal, Cuomo reiteró que se necesita lo antes posible para enfrentar esta crisis. Al igual que el acceso a recursos de emergencia como FEMA. Y apeló al espíritu de colaboración que soslaye los intereses partidistas. 

Respecto a las condiciones laborales, Cuomo hizo referencia al envío inmediato de una propuesta de ley para aprobar los días de enfermedad pagados. Y que también cubrirá a todas las personas que ya se encuentren en cuarentena.

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