Desolado se ve el vecindario de Washington Heights, esta mañana entre semana, en medio del brote de coronavirus en la ciudad.

Muy pocas personas salieron a las calles y quienes se atrevieron llevaban guantes, mascarillas y hasta pañitos desinfectantes para usar en puertas o para subirse al autobús.

Uno de los vecinos se pronunció al respecto: "La situación no pinta nada bueno. Me preocupa por toda mi familia en general. Toda mis hijos mis nietos, mi esposa todos. ¿Qué medidas de precaución está tomando? Bueno me lavo las manos tempranito y me cuido de no alternar con los demás". 

La imagen más común: negocios cerrados.

Esta panadería del área, por lo regular recibía entre 20 a 30 personas a diario para la hora del desayuno.

Pero ahora, este letrero les indica a los clientes que deben comprar y marcharse.

Amparo Hidalgo, uno de las trabajadoras de este local ha comenzado a limpiar con más frecuencia, usando legía en los manubrios y el mostrador.

"Estamos usando Clorox, estamos usando guantes. Las personas compran y se van porque antes ellos se quedaban aquí a comer y ha hablar o a esperar la 'guagua' ahora no, ellos compran y se van", describe Hidalgo. 

Aunque aún siguen en escasez los productos desinfectantes, en una ferretería pudimos comprar estas mascarillas y  guantes, que están vendiendo solo un par por cliente y al precio regular.

Sin embargo, ya se había agotado el desinfectante en esta ferretería, donde sus empleados se están protegiendo con guantes, y limpiándose las manos frecuentemente con alcohol.

Mientras, los negocios que siguen abiertos como barberías, tiendas, salones de belleza tratan de mantener la normalidad en la medida de lo posible, pero nos dicen que estan limpiando las áreas comunes con más frecuencia.