El cierre de bares y restaurantes excepto para recoger pedidos o entrega a domicilio, aunado a la orden del gobernador de limitar al máximo el número de empleados en las instalaciones de todos los negocios del estado ha creado una situación inimaginable para muchos trabajadores como este chef.
"Estoy triste, muy triste por la situación que está pasando ahora.Tres niños que mantener y no tengo trabajo. Si no tengo trabajo, no tengo dinero, no sé cómo mantener a mi familia. El jefe me dijo que no hay más trabajo sino hasta nuevo aviso y yo no sé hasta cuándo durará esto", dijo el chef.
Esta incertidumbre cobró vida en la línea de espera por el último cheque que los trabajadores de este restaurante recibieron.
"Mucha gente está preocupada, algunos tienen pequeños ahorros y la gente está tratando de ahorrar o no gastar lo poco que tienen", dijo uno de los trabajadores.
No todos tienen claro si volverán a ser empleados, ni cuándo.
"Entregaron una hoja a la gente para decirles que supuestamente en esta situación ellos pueden correr a los empleados. Que yo tengo entendido que no pueden hacer eso porque están protegidos bajo la ley", agregó el trabajador.
Otros conservan la esperanza.
"No se puede hacer nada más que esperar lo que diga la ciudad y seguir instrucciones. El trabajo ya veremos después", dijo una de las trabajadoras.
"Hemos planeado quedarnos en casa y seguir adelante", dijo otro trabajador.
Los hijos de estos y todos los neoyorquinos que sean menores de 18 años podrán continuar recibiendo almuerzos y comidas dentro de las escuelas públicas a través de 435 puestos que la ciudad ha previsto.
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