Una familia ha tomado la difícil decisión de separarse miles de millas para prevenir el contagio del coronavirus. 

“Cada día que volvía del hospital era cada vez peor, la situación empeoraba más y más y más”, explicó Pilar Fernández. 

El esposo de Pilar trabaja en el hospital Elmhurst. Como muchos doctores y enfermeras, su misión es sanar aquellas personas infectadas por el COVID19.

Muchos de los pacientes que acuden a este hospital son inmigrantes y llegan con síntomas de fiebre, escalofríos, tos, diarrea y falta de aire.

Los hospitales comunitarios no tienen suficientes máscaras protectoras, guantes y respiradores artificiales.

 

El gobernador Cuomo y el alcalde Bill de Blasio han pedido al gobierno federal más recursos, en especial a Elmhurst que ha sido el hospital con más contagiados por el coronavirus.

A Pilar le preocupa tener a su esposo trabajando ahí y durante varios días se dio cuenta que su hija y ella corrían el riesgo de terminar infectadas.

“Es una situación de riesgo muy alta para nosotros también y nosotros no podemos salir de casa porque si él nos infecta a nosotros, nosotros podemos repartir el virus”, agregó Pilar.

El esposo de Pilar tomaba las precauciones, pero con la propagación del virus ella tomó la decisión de mudarse con su hija al estado de Colorado. Pasar estos momentos lejos de su esposo, le trae emociones mixtas.

“Paso de la angustia, al enojo, a la frustración... Pero no estar allí físicamente para apoyarlo es difícil”, dijo Pilar.

Pilar nos cuenta que ella quiere compartir su experiencia para que los vecinos de Queens entiendan que tan serio es este virus y porque es necesario tomar las precauciones necesarias.

“Es un trabajo de todos nosotros de tomar conciencia de que hay que tomar distancia social. Es un esfuerzo grande y sobre todo para nosotros latinos que nos gusta reunirnos pero en este momento hay que cuidarnos”.

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