Pese a que hace casi un mes que Ovidio Barahona murió por complicaciones con el coronavirus, el drama para su esposa Idalia sigue vivo.
“Esperando acá. No ha habido cambios porque mientras no abran los aeropuertos no podemos hacer nada”, dijo Idalia.
A través de una llamada telefónica desde una iglesia en la zona de San Vicente, en El Salvador, Idalia relata cómo, debido al cierre de fronteras y aeropuertos, quedó varada en el país centroamericano. Y lo más triste, sin poder regresar a tiempo para acompañar a su esposo Ovidio en sus últimos días.
“Doña Idalia me dijo que era la impotencia de no poder hacer nada”, dijo Carmen Molina.
Molina, periodista y escritora del libro Salvi-Yorkers, es quien durante las últimas semanas ha recopilado los casos de muchos salvadoreños que como los Barahona, hoy atraviesan por un doble drama familiar.
“Todavía no ha podido salir de El Salvador. Los vuelos humanitarios que ha coordinado la Embajada de Estados Unidos para ciudadanos y residentes se han enfocado en el área de Texas”, agregó Molina.
Y es que pese a que doña Idalia es ciudadana estadounidense y ya se encuentra haciendo un proceso para abordar uno de estos vuelos humanitarios, ella dice que prefiere esperar para viajar directamente a Nueva York y así evitar la posibilidad de quedarse varada, nuevamente, esta vez, en otro estado.
“Estoy más calmada gracias al señor porque sé que es mejor esperar el tiempo indicado y no hacer un viaje un tanto inseguro”, dijo la señora Idalia.
Por ahora el resto de la familia Barahona continuará esperando el regreso de Idalia para que Oscar Ovidio sea cremado y finalmente se pueda realizar un funeral con el que esperan cerrar este duro capítulo de sus vidas.
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