Julio Larios, un desamparado que pasaba sus días en este parquecito y caminando por las calles de Woodhaven, dice que hace unos dias ha comenzado una nueva vida en un albergue de la ciudad.
“Bueno por la necesidad de estar en un lugar caliente y un poco seguro", dijo Larios.
Una de las situaciones que forzó el cambio fue el cierre de las estaciones del Subway donde dormía. La MTA está desinfectando los trenes en la madrugada.
“Ya nos sacan, atrás la policía si no lo sacan lo arrestan a uno o le ponen una multa”, agregó Larios.
Julio dice que perdió su trabajo en la construcción y con eso el techo donde vivía. En la calle usaba los baños de los negocios del vecindario. Pero con los cierres por el COVID-19, ya no lo dejan entrar. En el albergue de Manhattan tiene comida y cuidado médico, puede bañarse y descansar en una cama.
“Echarme agua en el cuerpo, porque uno en la calle apesta, tiene uno que asearse todo el cuerpo, tiene que descansar bien y al día siguiente levantarse", dijo Larios.
Pero no todo ha sido bueno dentro del refugio. Según este indigente, en la habitación donde le toca dormir hay tantas personas que no puede ni contarlas.
“Hay mucha gente, así en fila, es que no puedo contarlos porque son, son demasiada gente no se la cantidad, no puede explicar porque hoy entra uno, entran otro, otro, otro”.
Muchas veces no puede ni dormir. A lo que se suman peleas y discusiones entre los residentes.
Julio dice que todavía se está acostumbrando al albergue donde se está quedando. Nos confesó que algunas veces prefiere dormir en este parque en la avenida Jamaica para evitar las peleas dentro del refugio.
“La question de amanecer uno se siente mal con el clima porque el clima porque el clima ahorita está loco, lluvia, viento, frío, de’ to”.
Cuando no está en el albergue está aquí gracias a la comida que le dan los vecinos. De vez en cuando recoge y cambia botellas para alimentos y la ropa que lleva puesta.
El Departamento de Servicios para Desamparados nos informó que en siete días han transferido a 800 personas a los albergues de la ciudad como parte de la iniciativa tras el cierre del Subway en la madrugada.
-Le da miedo de contagiarse en el shelter?
“No , no me da miedo”.
-Por qué”?
“Yo sé que si, si cuanta gente se han muerto y se han contagiado ya, que se va hacer?
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