Norma de Ángel dice que, a pesar de haber tenido el Covid-19, tiene que venir a este banco de alimentos por provisiones. 

"Salí todavía positiva. Bueno, el hombre dice que todavía no se me ha quitado. Sí, nos ha afectado económicamente porque estamos sin trabajar", detalla de Ángel.

En su casa dice que hay otras dos familiares contagiados. Es lo que está pasando en este vecindario, el código postal 11691. 

Según datos del Departamento de Salud, esta área que abarca el downtown Far Rockaway, Edgemere y Bayswater han muerto 288 personas del virus. 

Este número representa una tasa de mortalidad de 444 por cada 100,000 personas, la más alta por habitantes en toda la ciudad.  

Donovan Richards, el concejal por Far Rockaway, lo atribuye la pobreza. Muchos residentes son trabajadores esenciales. La mayoría son hispanos y afroamericanos.

"Mientras muchas personas se pueden quedar en casa trabajando en línea otros no han tenido esa opción", señala Richards.

Por otro lado, Richards apunta al barrio de Breezy Point, al otro extremo de la península, donde solo han muerto dos personas. 

Los residentes de Breezy Point ganan más. Sus casas son más grandes y manejan al trabajo. Mientras en el downtown hay viviendas públicas y a veces dos familias comparten un apartamento. 

Según el concejal, el gobierno de la ciudad tenía que revelar más temprano lo que estaba pasando aquí y con esos datos darse cuenta de que las clínicas locales necesitaban más ayuda.

El vecindario cuenta con el hospital St John's y dos clínicas comunitarias Joseph Addabbo. Estos han sido los únicos centros para asistir a pacientes en toda la península, según Richards.

La junta comunitaria de Far Rockaway señala que, en los vecindarios más afectados, hay 19 asilos de ancianos donde han muerto 20 personas del virus. 

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