En su camino al trabajo en una bodega, Elido pasa todos los días por su iglesia con la esperanza de encontrarla abierta.
Debido a la crisis del coronavirus Elido no ha asistido a misa por varias semanas ya que las iglesias también cerraron.
Los creyentes, dijo Elido, necesitan volver a tener los servicios religiosos.
“La gente necesita eso. Al menos yo mismo que todos los días entro y veo que las lucecitas están apagadas y esta cerrada”.
Es por ello que Elido está a favor del anuncio del gobernador Cuomo que permitirá que las iglesias vuelvan abrir sus puertas para los servicios con ciertas restricciones.
Juan, otro feligres que tiene más de tres décadas en la iglesia, dice que los creyentes necesitan volver a congregarse.
“Yo creo que si andamos en la calle y vamos a tiendas también es igual ir a una iglesia para orar y darle gracias a Dios”.
El Padre López, de la Iglesia Santa Rosa de Lima, dijo a NY1 Noticias por teléfono que seguirán las reglas del estado y la arquidiócesis para reabrir la iglesia.
“Muchos me llaman: 'padre pase por el frente de la iglesia, estamos esperando que abran'... que Dios está con nosotros, que nosotros estamos con ellos las autoridades de la iglesias queremos que ellos sientan que no están abandonados ni por Dios ni por nosotros”.
Aunque los feligreses esperan con ansias volver a sus iglesias
Algunos temen que no se cumplan las reglas de distanciamiento social.
“Eso está bien lo que no pueden es llenar la iglesia. Esa iglesia ahora mismo la abren y ahora mismo se llena y dicen que está bien”, dijo un vecino.
La aquidiócesis de Nueva York anunció el plan “Continúa con la Fe”, en donde se detallan las medidas para proteger a sus feligreses cuando reabran las iglesias.
Algunas de estas medidas son: las misas se llevarán acabo con una asistencia de un máximo de 25 por ciento de la capacidad del lugar. Habrá un protocolo especial para sentar a las familias y parejas. Además, no habrá contacto físico durante el abrazo de paz. Los asistentes mantendrán el distanciamiento social y todos usaran mascarillas.
Las fuentes de agua bendita estarán vacías.
Las canastas de ofrendas no pasarán de persona en persona.
Y el obispo no saludará a los feligreses al terminar la ceremonia.
La arquidiocesis aun no sabe la fecha exacta de cuando reabriran las iglesias.
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