Álvaro Alcocer prepara café en su segunda semana después de que reabrió su cafetería ubicada junto al Brooklyn Navy Yard en Brooklyn. Sin embargo, el pequeño empresario asegura que aún no sabe si podrá mantener abierto su negocio debido a que ahora debe varios meses de renta.

"Sí, nos ha puesto en una situación sumamente difícil, pero el dueño del edificio ha entendido la situación. Sin embargo no nos ha dicho no me paguen", explicó Alcocer.  

Alcocer y su esposa entregan los cafés en la calle por cuestiones de seguridad. La renta explica, representa el 50% de sus gastos.

"Eventualmente decidimos servir, pero lo estamos haciendo por afuera, sin contacto directo y la gente está contenta hasta ahora pero el número de personas afuera es muy bajo", agregó Alcocer.

Y es que según la Cámara de Comercio de Brooklyn, se prevé que un tercio de los pequeños negocios no tendrán el capital suficiente para volver a funcionar. O en otros casos, la cantidad de clientes necesaria para hacer rentable el negocio.

La cámara de comercio da sin costo alguno equipo de protección para el contagio para los empleados y espera que a finales de junio poder ofrecer préstamos de alrededor de tres mil dólares. El 50% de los negocios de Brooklyn, asegura la Camara, no tuvieron dinero para pagar la renta de mayo.

"La gente necesita ayuda para construir diferentes barreras entre mesas...Para trabajadores, para que tengan lo que necesitan durante algunos meses y no tienen que preocuparse", dijo Samara Karasyk, jefa de políticas de la Cámara de Comercio de Brooklyn.

La Cámara recuerda que respecto a los préstamos del gobierno federal denominado PPP, este programa está actualmente activo en su segunda ronda.

"Tienen que usar el 60% para empleos y el 50% ahora se puede gastar en renta y en otras cosas así".

Algunos negocios dicen que necesitarán de préstamos para poder adecuar sus restaurantes para tener mesas en las aceras cuando se reabra la economía en la fase dos. 

"Esto nos ayudaría demasiado ya que mucha gente quiere venir, compartir con sus amigos con su familia... ya que hemos invertido bastante en adecuar el lugar para que las personas se sientan a gusto y también se puedan tener todas las precauciones adecuadas", dijo Mariana Ramos, empleada del restaurante Calato.  

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