La ciudad de Nueva York ha establecido puntos de control para rastrear a los viajeros provenientes de varios estados que se consideran un peligro de contagio del coronarivus y a quienes se les exige que se pongan en cuarentena con multas de hasta 10.000 dólares si no la cumplen.

Los puntos de control de registro de viajeros de COVID-19 están situados en puntos de entrada clave en la ciudad como puentes, aeropuertos y estaciones de buses o trenes.

Los viajeros que han visitado los estados o territorios designados con altas tasas de transmisión de COVID-19 deben completar el formulario de viajero del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y someterse a cuarentena durante un período de 14 días al entrar en la ciudad.

La Oficina del Sheriff de la ciudad de Nueva York, que depende del Departamento de Finanzas y trabaja en coordinación con otros organismos encargados de hacer cumplir la ley, gestiona los puestos de control de registro de viajeros en los principales cruces de puentes y túneles.

El primer puesto de control se estableció en Staten Island el miércoles, y la divulgación de la educación y el compromiso de la ciudad comenzó en la Penn Station el jueves.

Uno de cada cinco casos de COVID-19 en Nueva York puede ser rastreado hasta los viajeros de fuera del estado, y tanto el alcalde Bill de Blasio como el gobernador Andrew Cuomo señalan que la vigilancia es clave para mantener bajos los números de Nueva York.

"La ciudad de Nueva York mantiene la línea contra COVID-19, y los neoyorquinos han mostrado una tremenda disciplina", dijo de Blasio. "No vamos a dejar que nuestro duro trabajo se nos escape y seguiremos haciendo todo lo posible para mantener a los neoyorquinos seguros y saludables".

La reportera de NY1 Noticias @Yenniffer Martínez estuvo en la tarde del jueves en Penn Station.