Días después de que varios empresarios interpusieran una demanda, el gobernador Cuomo dio luz verde para que los gimnasios pueden reabrir el próximo lunes, con algunas advertencias.

Sin embargo, el alcalde de Blasio respondió: "No tan rápido".

Dicha situación provocó esta reaccion entre los neoyorquinos: "Hay una controversia entre ellos dos. Yo creo que el abrirlos en este momento vale la pena, siempre con las medidas necesarias".

Alguien más opinó: "Deben de abrirlos ya para que la gente tenga su entrenamiento, pero con la distancia, con mascarillas y guantes".

Las medidas propuestas por la autoridad estatal van más allá de narices y bocas cubiertas. Las instalaciones podrán operar sólo en un tercio de su capacidad, después de hacer adecuaciones a sus sistemas de ventilación y aire acondicionado.

Pero, la decisión final recae sobre las municipalidades, que pueden extender los cierres hasta el 2 de septiembre.

Para algunos neoyorquinos, la espera de meses ya pesa: "Las personas en las casas nos estamos poniendo medio gorditos, déjeme decirle. Yo soy uno de los que necesita ya el gimnasio".

Otros opinan que hay que esperar, y que el acondicionamiento físico al aire libre es un buen sustituto, hasta que el clima lo permita: "Yo siempre estoy entrenando afuera y creo que es mejor porque la gente tiene aire, camina, hay espacio y ahí están con la distancia de los seis pies".

El Alcalde agregó que las próximas semanas un equipo de inspectores estará trabajando para cerciorarse de que todas las instalaciones de gimnasios en la ciudad cumplan con los requisitos.

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