De todas las vísperas de Año Nuevo que Irma ha trabajado durante su vida, esta es la peor, cuenta.

"No hay venta, no hay mucha venta, la gente no tiene dinero, no pueden comprar porque no tienen trabajo y pues está saliendo la mercancía poco a poco porque no hay dinero", explicó la vendedora ambulante Irma Vivar.

Todos los 30 y 31 de diciembre Irma prepara su puesto en una esquina de EL Bronx para vender mercancía de año nuevo. Pero este año debido a la pandemia, Irma ha visto una gran diferencia. 

En un año normal vendiendo estos productos, cuenta Irma que ganaba entre 700 y 800 dólares al día.

Este año, con suerte ganara la mitad, agregó. Encima de todo, también ha tenido que bajar sus precios.

"Por ejemplo, una luz así como esta yo la estaba dando a 5, ahora la estoy dando 2 por 5 con tal de ganarme yo un poquito".

Otra de las cosas que le afecta, dijo, es el poco tráfico peatonal que ha notado este año.

"Hay menos gente, menos gente en la calle, la calle está vacía...Nosotros nos ponemos a vender y estamos acá yo y mis dos hijos y ahora nomás yo estoy con mi niño porque no hay mucha gente", agregó la vendedora.

Irma es del estado de Puebla, México y ha trabajado toda su vida como vendedora ambulante. Cuenta que vender en la calle no es fácil, pero lo sobrelleva con la ayuda de sus hijos que siempre han estado a su lado.

"Me siento bien bendecida porque solo trabajo para ellos y ellos me ayudan, todos mis hijos me ayudan y pues si estoy yo solita yo no hiciera nada".

Irma no sabe exactamente cuánto podría vender el resto de la jornada, pero aun así planeaba quedarse hasta la medianoche para ganar lo mas que pueda y mañana es un nuevo día. 

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