El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador trabajaba aislado el lunes, un día después de anunciar que dio positivo al COVID-19, informó la secretaria de Gobernación.

Por primera vez en dos años en el cargo, el mandatario no estuvo presente en su conferencia de prensa diaria.

Debido a que el gobierno está muy supeditado a él en todos los aspectos, desde establecer prioridades hasta hacer declaraciones públicas, la ausencia de López Obrador se sintió aún más.

Esto sucede en un momento en que el país registra sus mayores niveles de contagios y decesos hasta la fecha.

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López Obrador habló por teléfono el lunes con el presidente ruso Vladimir Putin, y más tarde su vocero Jesús Ramírez anunció en Twitter que México recibiría 24 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19, si bien ésta no ha sido aprobada para su uso en México.

"Vi muy bien al Presidente, con ánimo resuelto, trabajando y de buen semblante'', tuiteó el lunes el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien también se encuentra aislado y a la espera de los resultados de pruebas de COVID-19.

López Obrador, que ha sido criticado por la forma en que ha manejado la pandemia y por no poner un ejemplo de prevención en público, anunció el diagnóstico el domingo desde su cuenta oficial de Twitter, señalando que "los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico''.

José Luis Alomía Zegarra, director de epidemiología de México, dijo que López Obrador, de 67 años, presenta un caso ``leve'' de COVID-19 y se encuentra aislado en su hogar.

El lunes, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero indicó que el presidente la había designado para realizar la conferencia diaria hasta su regreso. Agregó que López Obrador se hallaba bien y fuerte.

"Sigue dirigiendo a distancia los esfuerzos de esta cuarta transformación de la vida pública de México... Se encuentra en pleno ejercicio de sus funciones como presidente de la República. Él mismo continuará pendiente de los asuntos públicos'', declaró Sánchez Cordero, quien hizo el anuncio sin portar cubrebocas y agregó que espera los resultados de las pruebas realizadas a ella misma.

Pese a su edad y la hipertensión que padece, López Obrador no se ha vacunado contra el coronavirus, si bien México ha recibido un lote de las dosis de Pfizer-BioNTech.

El mandatario ha dicho que el personal del sector salud sería el primero en recibir la vacuna. Con base en el plan del gobierno, las personas mayores de 60 años empezarían a ser vacunadas en febrero.

López Obrador rara vez ha aparecido en público portando mascarilla y continuó cumpliendo una ajetreada agencia de viajes por vuelos comerciales. El fin de semana estuvo en los estados de San Luis Potosí y Nuevo León, donde fue fotografiado sin barbijo.

El mandatario también se ha resistido a suspender las actividades económicas, subrayando el efecto devastador que eso causaría a millones de mexicanos que viven al día, a pesar que el país registra cerca de 150.000 decesos por COVID-19 y más de 1,7 millones de contagios. Una nueva oleada de casos ha llevado al sistema de salud de la capital mexicana a un punto cerca de la saturación.

En noviembre, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a las autoridades mexicanas a poner mayor seriedad sobre el coronavirus y dar el ejemplo a sus ciudadanos, señalando que "México está en mala forma'' ante la pandemia.

El lunes, el director de la OMS dijo vía Twitter: "Lamento escuchar que ha dado positivo en (hash)COVID19, Presidente (at)lopezobrador_ . Le deseo una pronta recuperación. ¡Manténgase fuerte!''

Al inicio de la pandemia, López Obrador fue criticado por seguir acercándose a las multitudes y dar abrazos. El estilo de política de López Obrador siempre ha sido muy personal. Pero conforme la propagación del virus aumentó, empezó a limitar su presencia en actos públicos y se distanció de sus partidarios.

No obstante, López Obrador publicó el viernes una fotografía en que aparece junto con Ebrard, un intérprete y el exjefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, reunidos en una mesa para una conversación telefónica con el presidente estadounidense Joe Biden. Ninguno portaba mascarilla.

Además de López Obrador, otros mandatarios latinoamericanos que han dado positivo al coronavirus son el brasileño Jair Bolsonaro, el guatemalteco Alejandro Giammattei, el hondureño Juan Orlando Hernández y la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez. Todos se han recuperado.

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