Las clases dentro de los gimnasios ya son una realidad en Nueva York.
Y para Joshua Carrero, cliente de Equis Cross Fitness, esto le permite seguir con su régimen de pérdida de peso: "Viendo más gente me motiva más, me da más apoyo a venir y esto me salvó la vida, hay muchísimas personas que necesitan esto".
El gobierno del estado ha reabierto este tipo de clases pero las ha limitado a un 33% de capacidad.
Muchos de estos negocios están implementando algunas medidas, por ejemplo a los clientes se les tomará la temperatura y tendrán que dejar su información de contacto.
Jose Vanderpool, dueño de Equis Fitness, comparte sus razones: "No quiero que alguien entre acá y que nos enferme a toditos; después tenemos que cerrar o buscar quién fue que se enfermó. Y ahora esa cosa estresa a todo el mundo".
Vanderpool explica que han remodelado el lugar incluyendo una nueva ventana y también instalaron dos purificadores de aire para mejorar la ventilación. Además mantienen las puertas abiertas y desinfectan todos los dias. Los cuartos de baños están cerrados, al igual que la fuente de agua: "Tenemos todos los pasos para que ellos se sientan cómodos aquí para entrenar".
Además de la higiene y ventilación, los clientes deben guardar el distanciamiento físico para tomar las clases en grupo.
Jesuarys Paulino, es una nueva miembro de Equis Fitness: "Porque yo tengo mi propia caja y tengo la propia máquina mía y nadie lo usa".
Este gimnasio ha perdido el 50% de sus clientes y ha acumulado deudas después de pasar un año prácticamente cerrado.
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