Durante ocho días Evelyn Malavé estuvo internada en un hospital con una grave depresión. Ella lo atribuye a la soledad causada por el cierre de la ciudad y de su querido centro para personas mayores en Greenwich Village debido al COVID-19.
"Me sentí tan 'sad, you know', salía y veía las tiendas tranca y no veía la gente y veía todo tan tan tan 'down, you know?' Ahí fue que me empezó la depresión", explicó Malavé.
Y a solo días de la reapertura de este centro, que ha permanecido cerrado por 14 meses, Evelyn disfruta de un poco de compañía al aire libre junto a otros compañeros.
El alcalde ha permitido que se puedan realizar actividades en los exteriores de estas instalaciones. Mientras, sus usuarios esperan con ansias el regreso a la normalidad.
"Ay muy, muy alegre, muy alegre porque esto es una cosa muy necesaria para nosotros las personas mayores, porque hay mucha gente que viven solas y necesitan socializarse y estar con otros, otras personas como ellos", dijo por su parte Nilsa Ríos, también asistente al Centro para Mayores Center on the Square.
Durante esta semana, pueden reunirse aquí de 11 a 4 de la tarde para conversar con sus compañeros mientras toman un refrigerio y se ponen al día sobre cómo han sido sus vidas desde la última vez que se vieron.
"Han estado muy aislados y ha sido muy difícil para nuestra comunidad. Fue un reto para ellos no poder socializarse o tener alguien con quien hablar", explicó Laura Marcela, directora del Centro para Mayores Center on the Square.
Sin embargo, cuando el centro reabra las puertas el próximo lunes todavía estará muy lejos de la normalidad. Sólo podrá operar a una capacidad del 20% de las 97 personas que antes disfrutaban de este espacio.
Se han pautado únicamente 5 clases semanales y en el área de computadoras se permite exclusivamente una persona a la vez. Aun así, sus miembros están felices.
"Hay que rico que vamos a entrar otra vez a nuestras labores sociales para ir a encontrarnos con nuestros amigos de tantos años muchos", dijo Nora Scharff.
Pero el regreso también está envuelto de tristeza. 17 de los miembros del centro fallecieron durante la pandemia de muerte natural y uno por el coronavirus.
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