Casi dos años sin que el Cañón de los Héroes en Manhattan viera nuevamente un desfile.

Y esta vez, haciendo honor a su nombre, lo hizo para darle las gracias a los miles de trabajadores esenciales, los verdaderos héroes que sacaron a la ciudad adelante durante la pandemia.

"Estoy bien agradecido porque ellos de verdad se arriesgaron y algunos fallecieron pero hay otros que sobrevivieron y por eso estoy aquí para darle las gracias", dijo un neoyorquino que asistió al desfile.

Aquí los protagonistas fueron las enfermeras, doctores, bomberos, policías o trabajadores de mantenimiento.

Los trabajadores y el resto del pblico marcharon desde Battery Park hasta la Alcaldía.

Irma Flores vino a corear a su hermana Arely, quien cuidó a decenas de pacientes graves con COVID en el hospital Mt Sinaí en Manhattan mientras tenía que aislarse de su propia familia.

"Mientras ellos se quedaban arriba, protegidos, separados, arreglamos el 'basement' con televisión, refrigeradores con comida para ella, le dejábamos comida en la puerta", explicó Flores.

Pero el reconocimiento vino también para jornaleros y trabajadores de construcción.

"Hay mucha gente que trabajó y no se les ha tomado en cuenta y hoy me da gusto que nosotros podemos participar", dijo Jesús Benavides, trabajador de la construcción.

Y en este desfile también participaron las trabajadoras del hogar, muchas de ellas orgullosamente latinas.

Y no podían faltar las bicicletas, y es que durante la pandemia cerca de 50 mil repartidores de comida arriesgaron la vida por la ciudad.

Los repartidores fueron invitados de último minuto al desfile pero terminaron ocupando un lugar dentro de los cerca de 260 grupos de trabajadores esenciales en el desfile.

"La única opción era: si te enfermabas tenías que ver cómo recuperarte y volver a trabajar, fue algo complicado pero aquí estamos", dijo Gustavo Arjche, de Deliveristas Unidos.

El desfile contó con 14 carros alegóricos, destacando el vagón antiguo del subway.

El fuerte calor que llevó la sensación térmica a más de 90 grados Fahrenheit acortó el desfile a dos horas, pero al final todos los espectadores terminaron con el mismo mensaje en mente para sus héroes: Muchas Gracias.

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