La gobernadora Kathy Hochul anunció este viernes que el índice de positividad por coronavirus se ha situado en el 9,75 %, confirmando el ritmo descendente de contagios, después de que hace una semana llegara al 23 %.

"La positividad está bajando y por primera vez desde el 20 de diciembre estamos de nuevo en cifras de un solo dígito", dijo la gobernadora en una rueda de prensa celebrada en un laboratorio médico.

En este sentido, subrayó que la tendencia de nuevos contagios ha caído un 66 % en las últimas semanas y que ayer hubo 28.296 nuevos contagios.

En su comparecencia, no se pronunció sobre la obligación de llevar mascarilla en todos los lugares públicos, una medida que entró en vigor el pasado 13 de diciembre y vence el 1 de febrero, aunque apuntó que hará un anuncio al respecto el 31 de enero.

El pasado 14 de enero, Hochul ya adelantó que el ritmo de contagios había llegado a un punto de inflexión y comenzaban a descender.

Según los datos revelados hoy, ayer murieron 154 personas en el estado de Nueva York, donde hay 11.016 personas hospitalizadas por coronavirus.

La gobernadora insistió en que el descenso de muertes y hospitalizaciones siempre va rezagado respecto al de contagios, por lo que no se verá una mejora en estos aspectos inmediatamente.

"Gracias a todos los que han estado tomando medidas para mantenerse a salvo. Sigan usando las herramientas: vacúnense, pónganse la dosis de refuerzo, háganse la prueba y usen una máscara", escribió la gobernadora en un mensaje en redes sociales.

Nueva York, al igual que el resto del país sufrió una nueva ola de coronavirus favorecida por la aparición de la variante ómicron y por las celebraciones de Acción de Gracias y Navidad.

Y pese a esta ola, la política de la ciudad -con el anterior alcalde, Bill de Blasio, y el actual, Eric Adams- y del estado de Nueva York ha consistido en negarse a cerrar negocios, lugares de ocio, escuelas u oficinas públicas con el mensaje de que "Nueva York está abierta".