La Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA, amplió el martes la autorización del uso de emergencia de una segunda dosis de refuerzo  —una cuarta inyección— de las vacunas contra el Covid-19 de Pfizer y Moderna para adultos de 50 años o mayores a los 4 meses o más de haber recibido la anterior, asegurando que sus beneficios superan los  riesgos. 

Un estudio citado por la agencia muestra que los pacientes en ese grupo de edad que recibieron una cuarta dosis de vacuna tuvieron 78% menor probabilidad de sucumbir a la enfermedad durante la oleada de ómicron; otro señala que la cuarta dosis es efectiva entre el 30 y el 40% para prevenir contagios.

"Si tuvo una reacción muy fuerte alérgica o efectos secundarios potentes, a esos pocos pacientes les diría que no se pongan el segundo ‘booster' o la cuarta vacuna", explicó el doctor Sixto Caro, de NYU Langone.

"Pero el  beneficio es mayor porque el virus cambia y en todos los pacientes de más de 50 años la inmunidad va disminuyendo, decreciendo. Eso es sin contar a los que tienen enfermedades como la diabetes, cáncer, enfermedades de la sangre, por ejemplo", agregó Caro.

Expertos de la salud consideran que contar con estas aprobaciones proporcionará la flexibilidad necesaria para distribuir más refuerzos rápidamente si llegan a ser necesarios para responder a una posible nueva ola de BA.2 u otra nueva variante del  virus. 

Pero para algunos en nuestra comunidad, la cuarta dosis  puede parecer innecesaria.

"Estoy un poco indiferente, no estoy muy entusiasmado de ponerme una vacuna más y otra inyección de refuerzo", dijo Edgar Salas, empleado de un hospital público.

"Yo particularmente, no me pienso poner una cuarta vacuna, no sé y no entiendo. Es mi opinión, no estoy diciendo que la vacuna no funcione, sino que yo particularmente no creo que me lo vaya a poner", dijo Yvelisse Rodríguez.

Aunque les fue autorizado recibir una tercera dosis de la vacuna desde enero, solo 46% de los estadounidenses mayores de 12 años se han vacunado una tercera vez.