La fiscalía de Manhattan, el consulado mexicano y el Comité de Nueva York para la Salud y Seguridad en el Trabajo han unido esfuerzos para combatir la proliferación de tarjetas de identificación para trabajadores de la construcción.

En meses recientes, miles de tarjetas apócrifas que se venden en las calles por entre 100 y 500 dólares han aparecido en obras.

Sus portadores no han recibido el entrenamiento de seguridad del Departamento del Trabajo que salva vidas en uno de los oficios más peligrosos en la ciudad.

Esta semana, estos trabajadores pueden acudir a la sede diplomática en Midtown para entregarlas sin sufrir consecuencias.  

 

 

"Lo peor de todo es que pueden ser deportados. Esta es una manera en que el consulado protege a los trabajadores que vienen a entregar estas lamentables credenciales o acreditaciones apócrifas y se las intercambiamos por un ‘voucher’ para que tomen otra vez el curso, uno legítimo y legal y que se les de la auténtica identificación de qué cumplieron en tiempo y forma todos los cursos sobre seguridad", explicó Jorge Islas López, Cónsul General de México.  

"En vez de castigar al trabajador y dejarles sin tarjetas y sin oportunidades, sin trabajo, la idea es intercambiar una tarjeta falsa por una oportunidad", dijo Charlie Uruchima, de NYCOSH.

Además de que con esta iniciativa los trabajadores no tienen que perder días de sueldo, tampoco deben preocuparse de ser arrestados.  

"Esto es un evento de amnistía. No se les va a preguntar donde la consiguieron, cómo la consiguieron. Lo que queremos es que los trabajadores y la comunidad sepan que nosotros en la fiscalía queremos que ellos estén seguros en sus trabajos", dijo Joselinne Minaya, directora, Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan (Washington Heights).

A pesar de que no habrá consecuencias negativas en absoluto para los trabajadores que entreguen las tarjetas falsificadas que compraron, la Fiscalía sí está trabajando para encarcelar a los falsificadores. El evento, asegura el cónsul Islas, está abierto a todos, no sólo a los mexicanos que se dedican a este oficio.

"Recibimos a toda la comunidad hispana".

Lo que constituye buenas noticias para Ángel y sus compañeros de trabajo.  

 
Ángel.

 

"Es una buena idea, porque la verdad algunos no tienen el dinero y los falsificadores se han aprovechado de que la ciudad está muy cara", dijo Ángel.  

Los trabajadores de construcción interesados pueden venir al Consulado de México también el viernes de nueve de la mañana a las seis de la tarde.