En las bolsas de ayuda que Caridades Católicas de NY entrega cada semana a miles de familias de escasos recursos económicos en toda la ciudad, se incluyó en esta ocasión pescado por el miércoles de ceniza. La ayuda es siempre abundante: frutas y vegetales frescos sin ningún costo.

"Para nosotros todos que estamos buscando estos alimentos que nos sirve para ayuda de nuestro sustento, es muy buena la ayuda", dijo Juliana Flores.

 
Flores.

 

"Esto es una maravilla, cuando yo no tengo que comer, yo sé que tengo frutas, tengo vegetales en la nevera. Tengo todo lo que me dan esta gente, eso es una cosa que me ayuda mucho", dijo por su parte José Rivera.

La fila afuera de la despensa Santa Cecilia en East Harlem, daba la vuelta a la esquina desde temprano de la manana.

Luego de la bendición de monseñor Kevin Sullivan, inició la entrega de esta valiosa ayuda de la que también se benefician los inmigrantes recién llegados a la ciudad de NY, como Angie González.

"La realidad, en este país estoy sola con mi hija. Para mi es muy gratificante, es una ayuda que la verdad estoy muy agradecida con Dios, con estas personas que pone como intermediarias, para cumplir esta función", dijo González.

Con la llegada de más de 46 mil inmigrantes que buscan asilo en la ciudad, la arquidiócesis de NY también se ha sumado para entregarles comidas de emergencia a través de su amplia red de despensas de alimentos en toda la ciudad.

 
Monseñor Sullivan.

 

"Los inmigrantes que han llegado a NY tienen mucho, tienen un espíritu, tienen esperanza de avanzar sus vidas y las vidas de sus familias", dijo monseñor Sullivan, director Caridades Católicas.

"Servimos a casi 250 familias a la semana. A los inmigrantes les damos lo que podemos, no solamente estos servicios, pero si aportamos otros servicios a través de nuestro sistema de oficinas", explicó Beatriz Díaz Taveras, directora servicios comunitarios católicos.

Esta despensa de alimentos, ubicada en el Barrio de East Harlem, es una de 40 distribuidas en la ciudad donde más de 200 voluntarios colaboran para proporcionar entre cinco y seis millones de comidas al año para los más necesitados.