Este moho tóxico es uno más de los habitantes de este apartamento de vivienda pública que Geydee Peña comparte con sus hijos. 

"Más de tres años tenemos así. Solo vienen a chequear, hacer orificios, hoyos, los tapan y se van", apunta Peña. 

La madre latina se refiere a los inspectores de la Autoridad de Vivienda Pública en Nueva York (NYCHA, por sus siglas en inglés). Ella es sólo una de las demandantes que hoy recibió lo que activistas llaman buenas noticias en la orden de un juez federal de revisar el acuerdo alcanzado entre la autoridad de vivienda y estos inquilinos que llevan desde el 2013 demandando por la falta de reparaciones. 

De acuerdo con Ray López, director de Salud Ambiental de la asociación Little Sisters of the Assumption: "Estamos profundamente agradecidos al juez Pauley y su decisión para aceptar la revisión de nuestro acuerdo". 

La decisión supone mayor involucramiento de inspectores independientes y mayor rendición de cuentas por las autoridades, que en varias ocasiones han incumplido el mandato de remediar situaciones peligrosas entre 7 y 15 días. 

"Están jugando con la salud de mi hijo, porque uno paga aquí la renta. Si usted se retrasa uno o tres meses, ellos vienen y lo llevan a corte a uno", afirma Peña. 

De sus tres hijos, a Geydee le preocupa más Joshua, el mediano: "Tiene problemas del corazón, tiene un marcapasos y siempre está mal de gripa y todo eso por el problema que está pasando en el baño". 

Pero los documentos de los médicos y los múltiples medicamentos que el menor debe tomar, también están mermando la calidad de vida de Joel, el menor de 15 años. 

"El amanece bien inflamado, sus ojos bien rojos y él no puede ir a la escuela, si al día siguiente tiene un examen", añade Peña. 

Ray y sus equipos pro-inquilinos en Little Sisters of the Assumption y la organización Metro IAF aseguran que el problema es mucho más extendido y antiguo de lo que muchos creen. 

"Hemos trabajado en esto por más de 15 años. El caso empezó en 2013 y hay miles y miles de latinos que viven en NYCHA que están afectados", confirma López. 

La organización ha provisto un filtro de aire a Geydee para tratar de aliviar un poco el problema de salud de sus hijos.

Al momento de hacer este reportaje, en su edificio tampoco funcionaba uno de los ascensores.