Alexandria Ocasio-Cortez, la popular política demócrata recién electa como la más joven al Congreso en Washington representando a un distrito de Queens y El Bronx, acusó el lunes al general de los Marines y actual jefe de personal de la Casa Blanca John Kelly, de "cobardía".

"John Kelly fue expuesto por mentir sobre la representante Wilson cuando trataba de desacreditarla", escribió Ocasio-Cortez en un mensaje en twitter en referencia a una controversia que hubo hace unos meses entre Kelly y la también congresista Frederica Wilson. 

"Él le debe una disculpa, sigue Ocasio-Cortez, y su negativa ha hacerlo no es un signo de fuerza -es de cobardía".

La disputa entre Kelly y Wilson fue sobre los detalles de lo que habría dicho el presidente Trump a la viuda de un soldado estadounidense muerto en Africa.

Kelly atacó a la congresista señalando que era un "barril vacío" y sugirió que había tomado crédito por cosas que no había hecho.

Más allá de la disputa entre Kelly y Wilson, lo que destaca hoy es lo dicho por Ocasio-Cortez. La joven congresista electa -tomará posesión de su cargo en enero- lleva apenas unas semanas en Washington y se ha convertido ya en una de las voces representativas y más conocidas de una nueva generación de políticos demócratas más a la izquierda o liberales que la mayoría del resto de congresistas.

Según la tradición del Congreso, un congresista nuevo tarda años en ganar reconocimiento y prestigiio ya que básicamente el sistema precia la antiguedad. Ocasio-Cortez sin embargo, pareciera estar rompiendo en pedazos todas estas tradiciones. No es de todos los días que un(a) congresista -novata, joven y sin mucha experiencia- se refiera sin pelos en la lengua a un general de los Marines como un cobarde.

Kelly por cierto, anunció -o Trump lo hizo por él- que dejará del cargo en unas semanas.