Eliseo Xuxchoc transmite angustia en su mirada, quizás porque se le acaba el tiempo para conseguir pruebas en su búsqueda de asilo.
Eliseo llegó el 11 de agosto proveniente de Guatemala con su hijo Jordi de 6 años huyendo de la discriminación que sufren en su país por ser indígenas Kekchi.
"Vengo mentalmente muy dañado y vengo a refugiarme y buscar un lugar donde estar seguro. La discriminación de nuestras etnias que nosotros somos indígenas. y en ese país no hay derecho", explicó Xuxchoc.
Para hacer las cosas peor, Eliseo recién acaba de enterarse que tiene solamente hasta marzo para reunir toda la documentación y los testigos necesarios para defender su caso.
"Un poco afectado pero igual tengo que seguirla, un poco frustrado. Se nos acaba el tiempo y el dinero", añadió Eliseo.
Según su abogado, esta nueva modalidad de juicios 'exprés' son parte de una política del gobierno Trump para reducir las posibilidades de los solicitantes de asilo detenidos en la frontera.
"Antes le daban a uno un tiempo adecuado para prepararse para un juicio, dos o tres años, ahora está corriendo super rápido", explicó José Orochea, abogado.
Orochea asegura que algunos de sus clientes desisten de la asistencia legal por la falta de dinero y de tiempo para reunir pruebas.
La actual administración está exigiendo a los jueces de inmigración a dar prioridad a casos de personas que cruzaron la frontera sin documentos y resolverlos en 365 días.
Amina Khan, jueza de Nueva York y vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de jueces de Inmigración cuestiona si es tiempo suficiente para analizar los casos .
Si alguien me demuestra que necesita continuar con su caso por una buena causa, voy a dar paso a esa solicitud, aunque trataría de hacerlo dentro de 365 días porque si no me enfrentaría a un problema, aseguró la jueza.
Kahn también dijo que los jueces enfrentan a nivel nacional retrasos de más de 800 mil casos, por lo que desde octubre se le exige a cada juez resolver un mínimo de 700 casos anuales bajo amenaza de ser despedidos.