Despues de meses de especulación, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este jueves que entrará al ya concurrido campo de pre candidatos presidenciales.
El anuncio oficial se realizó a través de un video de YouTube con el eslogan de la campaña "Gente trabajadora primero".
En el video de Blasio apunta directamente al presidente y dice: "Donald Trump debe ser detenido. Lo he derrotado antes y lo haré de nuevo".
Mas tarde De Blasio habló de su decisión de lanzarse tras la candidatura en el programa de televisión "Good Morning America" de ABC. El alcalde atacó al presidente Trump a quien llamó "Don el fraudulento".
Trump respondió con un twitter en el que entre otras cosas califica a de Blasio como 'una broma'.
EL VIAJE NACIONAL DE DE BLASIO
Además de Iowa y Carolina del Sur, el alcalde ya ha probado las aguas en los principales estados candidatos a la presidencia, incluidos Nuevo Hampshire y Nevada. De Blasio ha dicho en repetidas ocasiones que quiere llevar su record en Nueva York y ampliarlo a escala nacional. Su viaje a través de la nación ha sido pagado por su comité de acción política, el Fairness PAC. Los que estaban cerca del PAC habían insistido en que no estaba establecido que De Blasio se postulará para presidente.
NÚMEROS DE ENCUESTAS
Los números de las primeras encuestas muestran que el alcalde tiene mucho trabajo que hacer en la campaña electoral. Y los votantes de la ciudad de Nueva York no aprueban la idea de una candidatura presidencial; el 76 por ciento dijo que no querían que se postulara, según una encuesta de abril de Quinnipiac. A pesar de los datos y las advertencias de los aliados, De Blasio ha argumentado que tiene un mensaje que resuena con los votantes, y le recuerda a la gente que fue un perdedor en la primaria demócrata para alcalde en 2013.
UNA DECISIÓN EXTRAÑA PARA UN ALCALDE DE NEW YORK
La carrera de De Blasio es un movimiento inusual para un alcalde de la ciudad de Nueva York. Es el primer alcalde en funciones que se postula para presidente desde John Lindsay en 1972, una campaña que apenas despegó antes de desaparecer. Lindsay se encontró con entusiastas y manifestantes enviados desde Nueva York, una situación que Blasio ya enfrentó, ya que el sindicato de la policía pagó una cartelera negativa para seguirlo en algunos de sus viajes.
Los antiguos ayudantes de Lindsay dijeron a NY1 que la campaña puede ser agotadora para un político en los zapatos de De Blasio. "Es muy difícil ser alcalde de esta ciudad y estar fuera de la ciudad por el tiempo que demora una campaña presidencial", dijo Sid Davidoff, ahora un cabildero que se desempeñó como gerente adjunto de campaña de Lindsay.