"Tengo una doble vida, mira en el día trabajo, trabajo para una escuela...Aquí soy Máscara Génesis", reveló el inmigrante.
Son las 7 de la noche en Sunset Park. Cientos de aficionados corean para ver a sus luchadores favoritos que vienen desde México para dar una muestra de este peculiar deporte.
Entre ellos hay uno diferente, un migrante que desde hace 5 años decidió convertirse en luchador profesional, en el mismo Nueva York.
"En México hay muchos luchadores que se dedican a esto, y lo pueden hacer todos los días, dedicarse a esto, pero yo no, porque aqui no siempre hay lucha libre", explicó Máscara Genesis, el luchador inmigrante.
A pesar de que los aficionados lo ovacionan, durante la semana él cambia los cuadrlláteros y la fama, por la soledad de este gimnasio en una escuela en Manhattan.
"Afuera de esta máscara soy fulano y tengo que venir a trabajar y cumplir mis obligaciones diarias...aquí hay que pagar rentas, hay que pagar 'biles', y si no trabajas no comes", agregó el luchador de noche y trabajador de día.
Un luchador migrante, como Máscara Génesis, pelea en promedio dos veces por mes y gana alrededor de 300 dólares por función.
Hasta la fecha, sus jefes no saben que él se dedica a la lucha libre.
Después de 9 horas de trabajo, apaga las luces de la escuela para correr a colocarse la máscara, esa misma que le da la identidad con la que soñó de niño cuando visitaba la Arena Neza, cerca de la ciudad de México.
"Para mí eran mis super héroes, cada luchador yo lo admiraba", recordó Máscara Génesis.
Máscara Genesis es un hombre devoto, por eso el nombre de Máscara Génesis, por el primer libro de la biblia. Irónicament pelea del lado de los rudos. El inmigrante recuerda que a los 17 años llegó a este país porque se encontraba sumido en una adicción a las drogas y el alcohol, misma que dejo gracias al deporte.
"Llega un momento en que un tío decide traerme a los Estados Unidos y es cuando me dice: si no te saco de México te vas a matar allá", agregó Máscara Génesis.
A pesar de los problemas que la lucha ha causado con su trabajo de limpieza, él seguirá con su carrera atlética.
"Cuando empiezas a ser parte de este deporte...ya no lo puedes dejar", concluyó el luchador inmigrante.