Carlo Barrera, economista, cuya verdadera pasión es enseñar en escuelas primarias y entrenar niños en equipos de futbol, es optimista y está lleno de sueños.

Jamás se imaginó que a sus casi treinta años tendría que llevar una vida llena de incertidumbres.

Tras llegar a Texas desde Querétaro, México en 1999 junto a sus padres, permanecer en Estados Unidos ha sido una larga lucha.

“Me acuerdo que fue un cambio enorme y una vida nueva, completamente nueva y en un nuevo hogar que ha sido mi hogar por 23 años ya”, dijo Barrera.

Barrera.

 

En el décimo aniversario de DACA, el programa implementado por la administración Obama, los llamados 'dreamers' o soñadores beneficiados con el programa continúan renovando cada dos años sus permisos de residencia y laborales sin la posibilidad de planear a largo plazo.

“Como con el resto de tus amigos americanos o que tienen residencia permanente, ellos pueden planear 5, 10, 15 años en su futuro, mientras que nosotros los 'dreamers' nada más podemos planear cada dos años”, agregó Barrera.

Y así como Carlo, más de 800 mil jóvenes beneficiados por DACA esperan que su situación legal sea definida. Mientras, viven en una especie de limbo.

“Es algo muy frustrante para mí y para el resto de los 'dreamers'. Lo único que le pedimos a esta administración de Biden, a nuestros representantes del Congreso, es que queremos una resolución fija y completa para no tener que estar con ansiedad, con incertidumbre de qué va a pasar cada dos años”, dijo Barrera.

Mientras que llega esa solución definitiva, Carlo seguirá viviendo su presente con el anhelo de ser, de una vez por todas, un ciudadano de Estados Unidos.