Un repartidor de comida se encuentra hospitalizado con pocas probabilidades de vida, según indican sus familiares, despues de ser objeto de un robo y una brutal agresión física mientras trabajaba.

“Es una, algo muy pesado para mí porque pues yo tengo escasos 30 días aquí y pues para esto que sucedió con mi hermano, el asalto, las personas que lo golpearon y todo pues. Nos dicen los doctores, ayer nos decía que nos dan cinco días más para tenerlo donde está. Ahora nos están diciendo que en unas cuantas horas lo quieren desconectar. Eso no está bien", dijo Palemón Castillo, hermano de la víctima.

La noticia de la gravedad de la condición de Tiburcio Castillo, de 37 años y padre de cuatro hijos con edades entre 5 y 13 años, fue el segundo golpe que recibió su familia.

El primero fue su desaparición, en la madrugada del 29 de junio, después de que se comunicara por última vez.

“Recibímos la última llamada de él a las 12:17 de la mañana que él decía que iba a llegar a la casa”, agregó Palemón.

Palemón recorre el Puente Willis Avenue, que conecta Manhattan y El Bronx, que es donde Castillo fue agredido.

“El tiempo que él dura durante el camino, 40-50 minutos, en lo que él cruza este puente, ha sido asaltado por estas personas que se encuentran en este punto y en aquel punto del puente verdad”, dijo Palemón.

Los familiares de Tiburcio Castillo lo buscaron por toda la ciudad, pegando letreros como este en el fondo y también se unieron a la búsqueda, más de 100 amigos inmigrantes, repartidores de comida, buscando por las calles y compartiendo el mensaje a través de las redes sociales.

Finalmente fue encontrado, como se sabe, en estado de coma en el Lincoln Hospital. 

Palemón dice que el viernes los familiares fueron informados en el hospital de que su hermano se encuentra en estado grave de salud y que solo esperan un milagro.

Por pedido de la familia, el hospital les ha dado hasta el martes para desconectarlo de las máquinas que lo mantienen con vida.

Desde NY1 Noticias nos comunicamos con el hospital cuya directora de comunicaciones respondió que “existen limitaciones cuando se habla de un paciente” y que “el hospital es solidario y dispuesto a trabajar con las familias de los pacientes”. 

Los repartidores de comida, en su mayoría inmigrantes, explican que cruzan a diario el puente y lo considran peligroso. A lo largo y ancho del puente se observan escondites para los delincuentes. 

“Esto es algo de la vida diaria. Este es uno de los trabajos más peligrosos, ahora mismo, en el estado de Nueva York. Y desafortunadamente, necesitamos a los muchachos para que le traigan la comida a esos que no quieren salir y, desafortunadamente, no hay la protección”, dijo Roberto Martínez, líder de NYC Food Delivery Movement.

Fuentes policiales indicaron a NY1 que la policía arresto el jueves a dos presuntos responsables. Ambos adolescentes de 15 y 16 añ؜os.