El gobernador de Texas Greg Abbott continúa enviando inmigrantes a Nueva York en autobuses.

54 el viernes y 14 el domingo, que según las autoridades se enteraron de su llegada solo porque personas que viajan en el autobús llaman a familiares, y estos se comunican con organizaciones pro inmigrantes que los contactan.  

Hombres, mujeres y niños hacen la larga travesía. Llegan con “hambre y sed”, de acuerdo con el comisionado de la Oficina del alcalde para Asuntos del inmigrante Manuel Castro, quien califica el acto de “cruel”.  

“Llegan personas que ni siquiera querían venir a Nueva York pero llegaron aquí. Pensamos que está incorrecto lo que está haciendo el gobernador Abbott", dijo Castro.

El comisionado dice que en el autobús del domingo venían unos 40, pero sólo arribaron 14 porque muchos optaron por bajarse e irse con familia antes de llegar a Manhattan. El problema es que ahora quedan en un limbo migratorio.  

“Lo importante es que se conecten con algún servicio legal para que les asistan en su proceso de inmigración", agregó Castro.

La llegada de estos autobuses a la gran manzana desde estados como Texas o Arizona no es algo nuevo. Datos indican que el éxodo ha estado sucediendo por meses, desde que comenzó la crisis migratoria.  

La situación fue amplificada por una guerra en Twitter entre el gobernador de Texas y el alcalde que comenzó el viernes, luego de declaraciones en las que Adams ratificó a Nueva York como ciudad santuario, que los recibe con brazos abiertos.  

Abbott escribió que espera que Adams cumpla su promesa, mientras el alcalde acusó al gobernador de utilizar gente inocente para crear una crisis con fines políticos.  

“A mi punto de vista está mal porque bueno, ahora en lo personal yo vengo a este país a trabajar honradamente, a buscarme algo que en mi país no tengo me entiendes", dijo Aureleano Granada.

Durante el desfile ecuatoriano del domingo en Jackson Heights Adams volvió a criticar al gobernador de Texas y dijo que su ciudad mostrará compasión con esos que buscan refugio.  

Al sentir del alcalde se suman conductores de taxis que voluntariamente se ofrecen a llevarlos hasta once albergues habilitados por la ciudad. Lugares que dicen están llenos por unos cuatro mil.  

Este martes hay una reunión citada por el concejo municipal para tratar el tema. Mientras también piden ayuda económica del gobierno federal.