Ir a la escuela en Estados Unidos no solo es un deber sino también un derecho.

De esta verdad es testigo Geraldine Méndez, madre venezolana que llegó hace solo 15 días desde la frontera sur y su hijo de nueve años ya recibe educación.

“Sí, está feliz. Está feliz con su colegio", dijo Méndez.

Méndez dice que vino a la iglesia Santa Rita en Long Island City, Queens, en busca de ropa para el invierno.

Para sorpresa suya, la escuela Charter VOICE, al lado, estaba ofreciendo matrícula. No lo pensó dos veces y lo inscribió.

“Él me dice que va a tener paciencia, que la maestra le dijo que poco a poco", agregó Méndez.

Como el niño de Geraldine, miles han llegado a Nueva York en menos de un año de la mano de sus padres.

En otra cultura y ante la barrera del idioma, los maestros se ven ante la necesidad PRIMERO de hacerlos sentir “cómodos”, antes de exigirlos académicamente.

El maestro Danny Powell dice que está dando resultado.

"Algunos han comenzado a hablar el idioma, algo bueno. Y hacen muchos amigos, se les ve contentos de venir a la escuela", dijo Powell.

Para asistir a centros educativos como VOICE, que ha recibido en sus aulas a unos 140 nuevos inmigrantes en los últimos meses, la oficina del alcalde Eric Adams propone destinar 90 millones de dólares.

El fondo daría prioridad a escuelas con estudiantes en viviendas públicas temporales, que aprenden el inglés y se encuentran en situación de pobreza.

Más de 300 escuelas públicas de la ciudad se beneficiarían.

"No queremos nada especial por recibirlos en nuestra escuela, los niños son un regalo. Pero estas familias necesitan ayuda y nosotros la estamos proveyendo", dijo Franklin Headley, director de escuela Charter VOICE.

El director mostró cupones de lavandería que regala a los padres que viven en hoteles convertidos en refugios alrededor del centro educativo.

Rosanny Rodríguez tiene una niña de once y un niño de nueve en la misma escuela.

“Mi hijo el sábado se para y me dice: 'mamá vámonos para la escuela, vámonos para la escuela' Les encantó la escuela. Lo trataron bien, lo atendieron bien", dijo Rodríguez.

Según datos del gobierno, uno de cada diez estudiantes en las escuelas públicas de Nueva York vive en la pobreza y en algún tipo de refugio.

El proyecto de la alcaldía necesita ser aprobado por un panel de la ciudad para asuntos escolares. Sería de vital importancia pues vienen más refugiados en camino. Tampoco han dicho de dónde vendría el dinero.