Para miles de inmigrantes, dejar atrás a sus países no fue por elección. Fue por necesidad.

Historias de persecución, vulneración de derechos humanos y duras travesías protagonizan los relatos de quienes buscan asilo.

Con el fin de visibilizar estos casos, ponerle rostros a la alta cifra de migrantes que arriban a Estados Unidos y hablar acerca de la importancia de un acompañamiento psicológico, la Universidad Yeshiva y la Escuela de Postgrado en Psicología Ferkauf realizó el domingo en Manhattan una conferencia sobre la ruta emocional hacia el asilo.

Mauricio Noroña, Profesor Asistente de la Clínica de Justicia Migratoria, Universidad Cardozo dice:

“Todas estas diferentes razones se mezclan en una sola y entender eso. Entender las personas detrás de la historia, detrás de la noticia me parece que es importantísimo para que podamos hacer que las políticas respondan precisamente a ese tipo de dimensión que existe más allá de lo que escuchamos frecuentemente en la política”.

Desde primavera del año pasado, más de 52 mil personas, muchas de países latinoamericanos, han llegado a la ciudad, de acuerdo al alcalde Eric Adams. Muchos de ellos, arriesgaron sus vidas y las de sus familias atravesando la densa selva del tapón del Darién que conecta a Colombia con Panamá.

Quienes logran llegar a Estados Unidos, muchas veces quedan en lo que el Dr. William Salton llama “un mundo de sombras”.

“Es una persona con un alma, con una mente, una personalidad”, señala Salton, Director del Programa de Asilo de Ferkauf

“Es muy importante sacar a estas personas de las sombras. Creemos que hay tantos problemas en otros países, tanta persecución.

Parte de la misión de la Escuela Ferkauf es apoyar la justicia social y hacemos entrevistas psiquiátricas que presentamos ante los jueces de inmigración para que conozcan los seres y no solo las cifras”.

Jaime Cárcamo, Doctor en Psicología Clínica especializado en migración manifestó:

“Uno de los retos más grandes es encontrar organizaciones que los apoyen, muchas personas no saben, o terapeutas que hablen la lengua de ellos y que se especialicen en traumas”.

Este programa duró todo el día con el objetivo de continuar visibilizando la crudeza de algunas migraciones, para crear conciencia, mejores políticas y ofrecer apoyo psicológico a quienes más lo necesitan.