Las instalaciones de la iglesia St Brigids en la avenida B y la calle 7 en el Lower East side son la séptima instalación que servirá como refugio temporal para los inmigrantes recién llegados y las cuales abrieron sus puertas la mañana del jueves.  

La administración Adams empezó a abrir desde la semana pasada estos centros en varios puntos de la ciudad para alojarlos ya que los sistemas tradicionales de albergues y hoteles de emergencia están saturados. Sin embargo, muchos de estos carecen de necesidades básicas.

“Un poco difícil, es incómodo tener que solamente limpiarte cuando uno necesita agua, toca resolver con lo que hay mientras tanto", dijo Fransys Azcarate, inmigrante venezolana.

Los lugares ofrecen a los inmigrantes poco más que un catre donde acostarse, algunos no tienen duchas, lo que deja a la mayoría sin bañarse durante días como dijeron algunos inmigrantes que se hospedan en el ex Touro College en Midtown Mnahattan.  

“Porque imagínate, uno a veces sale a trabajar en construcción, digamos, uno se ensucia bastante, acá no puede venir a bañarse. Como te digo, uno viene a medio asearse para no coger mal olor y todo eso", dijo Luis Fernández.

 
 

 

Otros inmigrantes, como Manuel, que no quiso mostrar su rostro, dijo ingeniárselas durante el aseo.  

“Bueno, tú sabes, llena un tubito, en el lava mano, llena y es que después uno se medio baña, el agua fría", dijo el inmigrante Manuel.

Algunos otros dijeron que no todo es malo, ya que les han permitido ir a hoteles cercanos a bañarse por 30 minutos.

De acuerdo con el medio The City, un antiguo gimnasio de judo, dos iglesias, una escuela cerrada y un edificio de oficinas vacío en Midtown son algunos de los lugares que actualmente sirven como lo que el alcalde denomina "salas de espera" donde los inmigrantes solamente deben permanecer breves periodos.

“Hasta ahora no nos han dicho nada. Yo he estado preguntando si de pronto nos van a mover a un hotel o algo, pero dicen que no saben", agregó Fernández.

El Alcalde Adams dijo que la ciudad ha hecho todo lo que está en sus manos para enfrentar esta crisis, puesto que el sistema de refugios está colapsando y es lo que intentan evitar.

Estos centros cuentan con capacidad para unas 1.600 personas, pero pocas camas están disponibles. En las instalaciones del  St Brigid, la decena de inmigrantes que entraron eran hombres y mujeres que parecían estar solos.