La MTA decidirá esta semana cuál de los planes de aumento de tarifa del metro y los autobuses se pondrá en práctica.

Una opción es subir el precio del boleto individual a $3.00, manteniendo el bono al comprar una MetroCard por un mes completo. La otra opción es mantener la tarifa en $2.75, pero eliminando el bono.

Cualquiera sea la decisión, lo único cierto es que habrá aumento en las tarifas. 

Y también cierto, que muchos usuarios están molestos por el planeado aumento.

"Deberían quedarse en $2.75", dijo un usuario entrevistado en una estación de metro. "Nueva York es cara, la renta...aun si le suben por 'un quarter', es bastante dinero para Nueva York".

Otro usuario señaló que "primero tienen que arreglar los trenes antes de subir" las tarifas. "Cada día hay retrasos y se vuelve más ridículo cada semana".

La falta de confianza en que el servicio mejorará se extendía a varios usuarios. Otro de ellos señaló que "aun si suben el precio, el servicio será el mismo".

No me sorprende, dijo otro usario sobre el aumento, "de seguro que necesitan un montón de dinero para hacer que los trenes sigan funcionando, pero el servicio es bastante pobre".

El martes hubo reunión de la Junta Directiva de la MTA y varios activistas también protestaron por el inminente aumento.

La MTA dijo que la directiva tendría una "robusta discusión" sobre las opciones de aumento y que decidiría teniendo en cuenta la "difícil situación financiera" del sistema de transporte, el cual requiere de "aumentos en las tarifas y los peajes". Que además, añadió la MTA, hace falta "otras fuentes de financimiento" para balancear el presupuesto de la MTA.

El presupuesto anual de la MTA es de 17 mil millones de dólares. Con el aumento en las tarifas se planea suplir al menos $250 millones del déficit presupuestal.

La decisión sobre la opción de aumento se tomará el jueves.