La ciudad de Nueva York combinará dos populares programas, uno sobre calles abiertas y el otro sobre restaurantes, para destinar calles enteras para que los restaurantes puedan poner mesas y sillas afuera y servir en la calle, según anunció el alcalde Bill de Blasio.

"Los neoyorquinos se han ganado todo el espacio abierto que podemos darles, y la combinación de nuestros populares programas de Calles Abiertas y Restaurantes Abiertos les dará más opciones que nunca", dijo de Blasio.

"Los restaurantes serán socios invaluables en la lucha contra COVID-19 y la reconstrucción de nuestra economía local, y no podemos esperar a trabajar con ellos durante el proceso de reapertura”, agregó el alcalde.

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La combinacion de los dos programas permitirá que 40 nuevas calles sean cerradas para el 17 de julio para permitir que los restaurantes en el area las ocupen para servicios, según detalló la comisionada de Transporte Polly Trottenberg.

El plan que ya existía, llamado “Open Restaurants”, había permitido que más de 5 mil restaurantes pudieran servir en las aceras afuera de sus locales –o en la calle si el negocio estaba ubicado en una de las calles cerradas que ya la ciudad había establecido.

Los restaurantes pueden solicitar permisos para la combinación de los planes a partir del lunes, según agregó la comisionada. La idea dijo, es que el programa se haga en conjunto entre los restaurantes de determinada calle y no de manera individual.

"Si tienes un bloque que tiene 20 restaurantes, pensamos que no funcionaría que 20 restaurantes se presentaran por separado", dijo Trottenberg, citada por Streetsblog. "Necesitamos tener algún tipo de cohesión dentro de un bloque o área de restaurantes. ... Nos abrumaríamos si esos grupos de restaurantes no se unen en la forma en que quieren establecerse, horarios, saneamiento, etc.".

En los corredores que se establecerán no habrá tráfico vehicular pero sí peatonal.

El jueves, varios propietarios de negocios en Jackson Heights en entrevista con NY1 Noticias habían dicho que precisamente querían que la ciudad extendiera hasta fin de año el programa de permitirles tener mesas y sillas y servicio afuera.