En el Hospital Metropolitan de Manhattan siempre hay una voz hispana a la que todos los médicos y pacientes buscan, la de Evelyn Nieves la directora de clínicas de este centro asistencial. 

"¿Los estamos tratando bien? ¿cómo están ustedes?", pregunta Nieves a un grupo de pacientes.

Evelyn asegura que su pasión es trabajar con la gente, por eso el hospital le ha traído grandes alegrías.

Pero también ha sido el lugar en donde ha tenido que enfrentar la más dura de las pruebas: atender a sus pacientes más críticos y delicados en medio de la incertidumbre de la pandemia.

“Tenemos pacientes aquí en el hospital de diálisis y de Cáncer a los cuales teníamos que todavía continuar dándoles los tratamientos, continuar con los servicios y llamando a los pacientes y diciéndoles que 'yes', años limpiando y haciendo todo lo que podíamos hacer para mantenerlos seguros”, agregó Nieves.

Evelyn cuenta que en medio de la crisis hospitalaria desatada por el coronavirus tuvo que trabajar hasta 14 horas y experimentar una extraña sensación de impotencia a su regreso a casa. 

“Tener que decirle a mi hija que no ella no me podía abrazar, que tenía que esperar a que yo me tengo que bañar, quitarme la ropa antes de compartir tiempo con ella, mi mamá y mi esposo, eso fue duro”, explicó Nieves.

El amor por ayudar empezó cuando era adolescente e hizo voluntariados para cuidar a los enfermos.

Desde ahí su vida ha sido en medio de pasillos de clínicas y en el Hospital Metropolitan ha trabajado por más de 19 años…empezó su carrera como vendedora y hoy ocupa uno de los cargos más importantes. 

“Ibamos a los mojaos, a donde estaban los interno,s a leerles libros, a llevarles revistas y poder ese contacto con los pacientes del hospital era lo que más me gustaba”.

 

Nieves.

 

Durante la pandemia su misión ha sido ofrecerle a los más necesitados todos los servicios que necesitan incluyendo el centro de pruebas de coronavirus. 

“He podido darle la oportunidad a pacientes que quizás no tengan recursos para seguros médicos o para recibir cuidado médico que puedan venir aquí al hospital a recibirlos”.

Apresar de ser la jefa nunca está en su oficina. Anda por los pasillos que la inspiran y que le traen reuniones minutos a minutito. 

“Les doy a las personas mi celular porque es la mejor manera de comunicarse conmigo, ah porque llamándome a la oficina ya voy a recibir el mensaje al final del día".

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