Internet deficiente para clases remotas de alumnos autistas

Milagros Cancel pareciera ser una típica madre que, al igual muchas otras mujeres, se levanta desde temprano a sus labores de cocina. 

Su vida, sin embargo, no tiene nada de ordinario: Milagros es madre soltera de tres hijos, todos autistas.  

La vida le ha obligado a hacer acervo de paciencia para atender a sus hijos con discapacidades mentales. 

Ahora el colegio y la pandemia le impusieron un nuevo reto: no poder salir de casa y tratar de estar conectada en línea.

Siendo esto último un desafío mayor cuando no se tiene con qué pagar un proveedor de internet.  

La frustración de uno de sus hijos, Giovanni, se manifiesta cada que la clase -a través de la plataforma Zoom- se desconecta frecuentemente.

Y es que la señal que ofrece el Departamento de Educación, con un servicio de internet móvil, se va una, dos y hasta 20 veces.

"Él se desespera porque está sentado todo el tiempo. Él es hiperactivo, con déficit de atención y se frustra. Hay que estar supervisando", explica la madre de familia.

Milagros asegura que, desde que empezó la pandemia, el programa que ofrece el Departamento de Educación para su hijo no suple sus necesidades.   

"Él necesita dos maestros y en estos momentos en la clase hay un solo maestro", detalla Cancel.

Giovanni no solo se frustra, también se distrae constantemente durante las clases, mientras sus niveles de ansiedad se disparan.

Esto significa otra tarea más para Milagros, controlar sus nervios: "Yo no quiero darle medicamento porque él empezó un tiempo y paré, porque puede bregar con la medicina natural para ayudarlo. Y yo no quiero que él sea nada más un número de la ciudad. Yo quiero que sea alguien productivo y tampoco se puede hacer adicto a un medicamento".

Muy a pesar de las limitaciones, Milagros asegura sentirse bendecida en su vida: "Y no saben que la mayor felicidad del mundo es tener un niño especial y tú poder lograr que sea alguien en la vida".

Pues además de la situación con sus hijos, está su propia historia de vida; Milagros ha sobrevivido las cuatro veces que ha estado en coma  

"Hace 12 años volví a nacer porque lo mantenía en mi mente y en mi corazón era a mis hijos", recuerda Cancel.

Y con una actitud positiva que Milagros resuelve cualquier error de conexión y sueña con que su hijo menor, el menos afectado por el autismo, tenga un futuro prometedor.  

"Lo veo con una profesión. Lo veo superando el autismo. Lo veo creando juegos virtuales. Él es muy inteligente", concluye esta madre de familia.

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