David Dinkins rompió la barrera racial e hizo historia en 1989, al convertirse en el primer alcalde afroamericano de la ciudad de Nueva York.
Fue el mayor logro en su larga trayectoria en el servicio público.
Dinkins creció en Trenton, Nueva Jersey y en Harlem, hijo de un empresario y una empleada doméstica.
Dinkins se unió a la Armada y terminó estudios en matemáticas en la Universidad Howard, donde conoció a su esposa, Joyce Burrows, la hija de un legislador de Harlem, que se convertiría su mentor.
Se graduó de la escuela de Derecho de Brooklyn y alcanzó popularidad dentro de la maquinaria política de Harlem.
En 1989, se postuló para la Alcaldía, efrentándose a Ed Koch en las primarias demócratas.
Dinkins aprovechó el apoyo de votantes afroamericanos, que se sentían olvidados por el gobierno, además del respaldo de blancos liberales descontentos con Koch.
Koch enfrentaba una serie de escándalos de corrupción durante su gestión y el asesinato de un joven afroamericano por una pandilla de hombres blancos, inclinó la balanza a favor de Dinkins.
En las elecciones generales le ganó a Rudy Giuliani por tan solo dos puntos.
Pero su histórica victoria no se produjo sin retos fiscales enormes.
El país estaba en recesión y la ciudad tenía una brecha presupuestaria de $1,000 millones de dólares.
El aumento de impuestos, y el incremento en la violencia en la ciudad contribuyeron a su derrota ante Giuliani en 1993.
Entre sus logros esta la creación de centros para jóvenes y programas de salud para neoyorquinos de bajos recursos.
También creó la Junta Civil de Revisión de Querellas.
Aunque no se alejó completamente del ámbito político, Dinkins, se dedicó posteriormente a presentar un programa de radio y dio clases en la Universidad Columbia.
Fue uno de los defensores de Bill de Blasio en las primarias para la Alcaldía en 2013.
Dinkins será recordado por su elegancia dentro y fuera de las contiendas, incluso cuando le tocó perder.
Visite la página de NY1 Noticias con nuestra cobertura especial sobre el coronavirus: Brote del Coronavirus